Paridas #465: una entrevista y una playlist más

Como estas dos, que he ido realizando en raros momentos de ocio (es mofa; me hallo en un permanente momento de ocio):

Una entrevista guay para la gente de Psychonauts.

Una playlist molante para Madafackismo Underground donde listo las cosas que escucho para escribir, conducir, las que escuché cuando aún iba en pañales, las raras, las conocidas, las que me calman, las que me soliviantan… El único sitio del mundo donde hallarán el «Firework» de Katy Perry al ladito del «Hippie punks» de Crowbar.

 

El tradicional TOP 10 para Sant Jordi de Kiko Amat

Es éste, para qué andarse por las ramas. Los 10 potrancos renqueantes por los que he apostado todo mi parné. Hagan el favor de regalar algunos de ellos en el orden y cantidades que gusten.

Mi #1 imbatible es LUCIA BERLIN. «Lucha» para los amigos (y, si he de serles sincero, ya casi me siento como uno de ellos; como si la conociese íntimanente):

1) Manual per dones de fer feines, LUCIA BERLIN (L’Altra)
De los mejores cuentos que he leído jamás. La biografía más alucinante y espeluznante. El máximo sentido del humor, empatía y hey-no-es-pá-tanto vital. Sin melodrama barato, pese al espanto, la adicción y el cataclismo vital. El descubrimiento literario de la década, por lo menos. Lucia: vas a petarlo, mujer. El resto de la lista que les presento no está precisamente en orden, pero este #1 sí es un #1 certificable. Si solo van a comprar un libro, compren Lucia Berlin. Es una grande del siglo XX.

Los 9 restantes están listados un poco a zorrombullón. Pero todos me chiflaron hasta la chifladura. Háganse con ellos.

Kiko Amat entrevista a RICHARD McGUIRE (LIQUID LIQUID / Aquí)

Lean ahora, aquí mismo, mi entrevista con Richard McGuire, de Liquid Liquid y autor de (entre muchos otros) el cómic Aquí (Salamandra). Porque es muy buena. La realicé para la web de O y resultó ser una magnífica y perfectamente memorable charla con un caballero admirable. Les encantará.

Kiko Amat entrevista a MARKY RAMONE

Mi entrevista a Marky Ramone. Para Jot Down. La hice el año 2016 en unas circunstancias personales que hoy, releyéndola, se me antojan particulares. Pero la entrevista salió bien, es una de esas charlas donde les pregunto desde el primer pañal p’adelante, y el entrevistado colabora. Me acuerdo del día, de lo que llevaba puesto (un jersey verde manzana espantoso), de que pululaba por allí Ken Stringfellow (con las guedejas teñidas de rubio peróxido; estaba en la banda de Marky), de cómo salí del estudio del Poble Nou y de cómo mandé la fotografía que nos hicieron juntos a los amigos de siempre. Aún me hace reír la parte de «A quién copiaron los Beatles?».

Jerry Lee Lewis: ¡Pecado-r-r-r! + ¡entrevista exclusiva a NICK TOSCHES!

Ya está colgada en la web de Papel, de El Mundo, mi sensacional decálogo engrandecedor e hiperbólico sobre Jerry Lee Lewis. No solo él era el más grande (y temible), sino que la humanidad ha tenido la fortuna de que se encargara de su biografía definitiva (Fuego eterno, Contra Editorial) el inmenso Nick Tosches, otro de mis autores favoritos. Otro grande (y bastante temible también).

Pueden leer esa pieza, instructiva y rocanroleante, con la seguridad de que (ejem) será lo más entretenido que van a poder leer sobre el tema en este país.

Y luego, pueden ir justo aquí abajo, donde les estoy señalando (ahí no, un poco más abajo) y leer estos apabullantes extras que les proporciono de gratis: una entrevista breve al mismísimo Tosches (reacio como el que más a hablar con desconocidos) sobre Jerry Lee y su insuperable libro.

Y entro a pelo al tema, si me permiten:

https://i0.wp.com/www.alainroux.de/wp-content/uploads/2012/12/Nick-Tosches.jpgNik Cohn siempre prefirió mito a realidad. ¿Dirías que tú te acercaste a la vida de Jerry Lee en una onda similar? Incluso si no sucedieron exactamente así, es obvio que algunas de las historias en Fuego eterno son tan acojonantes que no importa si sucedieron exactamente como escribiste.

En el caso muy raro de Jerry Lee Lewis, los hechos fríos y duros y el mito son uno y el mismo: una realidad de profundidades míticas y aura mítica. La suya ha sido una vida cuya suma y sustancia sosttienen el pesado poder del mito.

Jerry Lee era también un hombre de mitos. De historias y leyendas antañonas de su propia familia. Mencionas las historias del Viejo Lewis derribando un caballo con sus puños desnudos. Esas historias, como Harry Crews podría haber dicho, nos recuerdan quién somos. Le dijeron a Jerry Lee quién era y de dónde había salido, tal vez.

Estas leyendas ancestrales -que, como atestigua la evidencia a nuestra disposición, pudieron haber sido haber sido más verdad que leyenda- las historias del Juez Lewis, del Viejo Lewis y todos los demás, eran, sí, como bien dices, anclajes de origen en el vacío, un vagitus (o primer llanto del recién nacido) al que un hombre podía recurrir para labrar su camino a través de la tormenta de sí mismo.

Dicho esto, me encantaría saber de dónde sacaste esas historias. Escuchaste las infames cintas de Sun, por ejemplo, pero ¿entrevistaste al mismísimo Killer? ¿O su entorno nuclear? ¿Llegaste a ir a Louisiana para sumergirte en la atmósfera?

Entrevisté a Jerry Lee, en efecto. Pasé bastante tiempo con él. Entrevisté a los personajes centrales en su vida. Pasé bastante tiempo con ellos también. He viajado y pasado un buen tiempo en Louisiana y otros lugares. Estudié detenidamente documentos antiguos, discos antiguos, periódicos viejos y viejos libros en bibliotecas. Fui tan lejos como pude a través de las fuerzas ctónicas del inframundo, aprendí todo lo que pude, traté de entender todo lo que pude, y luego mezclarlo todo con los ritmos de la versión King James del Antiguo Testamento, y los ritmos de William Faulkner y los ritmos del rock ‘n’ roll.

Creo que no se puede leer sobre la historia de Jerry Lee sin tener en cuenta que este era un hombre para quien el Cielo y el Infierno no eran conceptos abstractos o fantasía poética.

Tú lo has dicho.

¿Crees que existe un infierno? Sé que no das mucho crédito a la religión organizada, pero hay que admitir que un cierto grado de arrepentimiento podría ser útil en la sociedad. La voluntad de redimirte a ti mismo, incluso.

¿Quién dice que he de reconocer que una cierta medida de culpa o arrepentimiento sirva para eso, o para nada? Todo es, como decía Rimbaud, una “faiblesse de la cervelle” [una debilidad del cerebro].

Yo diría que Fuego eterno es, ante todo, una historia de pecado y la redención. Jerry Lee iba a la caza de una salvación imposible de alcanzar. ¿Estás de acuerdo con eso?

No veo ningún pecado en su vida, excepto quizás el pecado de una  auto-condenación incontenible y nociva. La salvación se halla sólo en la libertad, y tal vez en ocasiones Jerry Lee se negó a sí mismo esa libertad. Pero las historias se cuentan mejor, y la propia verdad se percibe mejor, sin la intrusión o la corrupción de la interpretación.

El bagaje sureño de Jerry Lee es demasiado bueno para ser cierto. Serpientes, alcohol ilegal, bigamia, primos locos, iglesia pentecostal, esposas menores de edad… ¿Crees que el lugar de nacimiento hizo a Jerry Lee?

Esa es una buena pregunta, pero me temo que no tengo respuesta para ella. Terroir y terreno, naturaleza y educación; lo que importa de verdad es el sabor del vino o el cigarro, la esencia de la bestia.

Y hablando de quién era. ¿Dirías que era un buen hombre que había tomado el mal camino? ¿Que habia acabado mal por culpa de sus demonios?

Yo diría que era un hombre que había acabado bien. Yo diría que los demonios no entran, que sólo existen dentro de nosotros, formados por nosotros, e investidos de poder por nosotros. No nos toman. Uno siempre es uno mismo.

¿Qué influencia crees que tenían la benzedrina y los licores en su comportamiento?

Al igual que con todos nosotros, esas cosas tienen su influencia. Pero también la tienen nuestros trabajos mundanos, vidas muertas, falsas devociones y mentiras.

Los videos de Jerry Lee y Myra siguen siendo impactantes. Ella parece una niña, no me digas que no.

Desde hace dos mil años los matrimonios incestuosos, matrimonios adolescentes y matrimonios pre-adolescentes fueron aceptados y consagrados entre la realeza. En un mundo más lascivo a la vez que moralista aquellas cosas se convirtieron de repente y por arte de magia en escandalosas. Fue en Inglaterra donde los traficantes de escándalos atacaron a Jerry Lee por casarse con su joven prima. ¡Inglaterra, donde la reina Victoria se había casado con su primo hermano, donde la reina Isabel se casó a la edad de seis años! Lo que está bien un día está prohibido el siguiente. Es todo una locura, mucho ruido y pocas nueces. Sólo en el mundo moderno podría existir un mercado para el tráfico de escándalos.

¿Por qué crees que Jerry Lee, el último hijo indómito, es una inspiración para los lectores? ¿Porque cayó y se levantó? ¿Porque estaba condenado y sobrevivió? ¿Porque llevaba un fuego salvaje en su interior y este no lo consumió?

Sí. Exacto. Por todo eso.

Kiko Amat

(La entrevista con Nick Tosches es exclusiva de Kiko Amat para Bendito Atraso)

 

 

Batman vs El Supernota Carmesí

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Batman regresa al cine para zurrarle la badana a ese extraterrestre de quijada marmórea y traje de memo: Superman. Incluso su nombre es ostentoso: SUPERMAN; directo a la hipérbole. Superman cae gordo, admítanlo, como caería gordo cualquier chulazo omnipotente envuelto en lycra carmesí. Superman no es un pájaro ni un avión, sino una encíclica papal voladora que castiga a los terráqueos por faltas que él, invulnerable e indestructible, supernota de Kriptón, está incapacitado para comprender; igualito que un diácono célibe impartiendo clases de sexualidad. Batman, por el contrario, no moraliza; bastantes problemas tiene el tío. Batman es un héroe dañado, falible, cuestionable, que arrastra un trauma homérico y una culpa antológica y que, por tanto, se antoja 100% humano. Sí: Batman es como todos nosotros, un hombre roto y extraviado, con una leve diferencia: él se lo curra. Su pericia en combate, tenacidad deductiva y firmeza de carácter se deben al binomio Codos + Gimnasio. Batman es un amasijo de neurosis, un ser abatido que no cesa de cuestionarse su papel, sus métodos, incluso su cordura.

Batman pone en duda la autoridad, suya o del mundo. Superman siempre ha sido un sí-señor, protector activo del statu quo, ultraconservador y babieca. Un Ronald Reagan del cosmos (incluso comparten tupé). En The Dark Knight Returns Frank Miller le pintaba como agente del gobierno, que es lo que siempre ha sido; Robocop en leotardos. Batman, en cambio, no está al servicio ni de su tía. De acuerdo, su rollo enmascarado apesta a justicia parapolicial, pero está plagado por crepúsculos morales y atolladeros éticos que le angustian lo indecible. Batman se deja la piel, e incluso así no logra hacer mella en el mal de los hombres; está tratando de detener un maremoto con un buga molón y dos o tres complementos cucos. ¿No es eso un signo claro de altruismo mártir?

Compárenlo a Superman, esa película de Doris Day viviente, un marciano que podría detener guerras, apresar a todos los pederastas y corruptos, subyugar catástrofes naturales en su incepción, pero decide NO HACERLO. Para “no inmiscuirse” en nuestros asuntos, según aduce una y otra vez en un alarde de irreductible huevonería. La pregunta es, por supuesto, de qué carajo nos sirve un Dios no-intervencionista. Su perfecto opuesto es Batman, un hombre que decide ponerse manos a la obra, partiendo unas cuantas cabezas en el transcurso de su ominosa labor. Un fulano con su lado oscuro, sin amigos, aislado de veras, ni “Fortaleza de la Soledad” ni leches. La distinción superheroica entre Superman y Batman es la distinción entre estar sin un duro o ser pobre; y yo sé a quien van dirigidas mis simpatías. Kiko Amat

(Pieza publicada originalmente en La Vanguardia del 23 de marzo del 2016)