Este escrito que realicé para Omicron Persei no me salió exactamente como deseaba, pero supongo que tiene sus momentos. Se trata de una lista (con enorme potencial) de las lecturas de toda una vida: libros que amo, que rompí, que simulé leer, que olvidé (con el pedo), que desearía no haber leído…
Podría haber salido de rechupete, pero me temo que la escribí -a ratos- desde la gruta mental del ciego odio homicida, y salió un poco de gairell. Y aún así, supongo que (como decía) no carece de momentos de puntual excelencia. Quizás logren disfrutarla, o simpatizar con alguno de sus argumentos (tirando a descabellados, aunque nacidos de la confesión más drástica y exhaustiva). A mí me gusta particularmente el punto #5, si a alguien le interesa.
Me cuentan que lo ha leído bastante gente, como sucede invariablemente cuando le falto a algo/alguien. Supongo que es consecuencia del afán chismoso del que el homo sapiens hace gala desde que desarrolló la facultad de la expresión oral para poder hablar mal de Ogh, el hirsuto maleducado roba-bayas de la caverna 6.