Hasta la próxima (vacacional) y agradecimientos (huracanados)

Me voy de vacaciones. Regresaré a finales de agosto.

En mi ausencia, los campos seguirán cosechándose, los enamorados seguirán besándose, los ultras seguirán encontrándose para zurrarse en calles desiertas y algunos de mis artículos seguirán siendo publicados. Les avanzo que a lo largo de agosto aparecerán en prensa escrita mis entrevistas con ROGER DALTREY y CHRIS OFFUTT. Si se les escapan, no sufran que las recuperaré aquí con el correspondiente link.

Antes de cerrar la maleta, y con la promoción de Antes del huracán oficialmente clausurada, querría dar las gracias a todos los que me han apoyado en este periplo. El Huracán fue desde su incepción un libro fuera de tiempo, no tocaba ni de rasqui ninguna de las ventoleras literarias en boga, era largo y duro y extrarradial y cómico, nada melindroso ni nostálgico ni, desde luego, rural. Y pese a todo ello, gracias a un boca-a-boca consistente y entusiasta de cada uno de sus buenos lectores, ha llegado a la segunda edición y (Dios mediante) va en camino de la tercera. Antes del huracán ha ganado por sus propios p**** méritos, cosa que me enorgullece, y por el más puro apoyo de los lectores, fans y apóstoles, cosa que me emociona.

Doy las gracias a todos los que acudieron a mis presentaciones alrededor de la península. A los que se quedaron, Termópilas-style, a esperarme en la librería Sputnik de León, cuando aquel avión me llevó a otra ciudad, y me recibieron casi tres horas más tarde con una ovación en pie. A los que me vinieron a escuchar y dar ánimos y pedir firmas en Málaga, en Madrid, en Salamanca-Segovia-Plasencia, y también en Murcia. A los seis que vinieron a la presentación en la UGT y a los ciento cincuenta o más que petaron La Central el día del lanzamiento. A los cinco de Vic y a los cien de Sant Boi. A todos los de los numerosos clubs de lectura, en Barna o en el extrarradio. Y muy especialmente a las varias decenas de fieles fans gijoneses que vinieron a despedir la promo del Huracán en la librería Toma 3.

No quisiera olvidar a mis presentadores: Carlos Zanón (dos veces, jabato total), Laura Fernández, Carlos Pardo, Igor Paskual, Miguel Ángel Hernández y a cada uno de los libreros (de Letras Corsarias, La Puerta de Tannhäuser, Intempestivos, Tipos Infames…) que tomó el micrófono para hacerme preguntas. Gracias por la lectura y por las charlas.

Por último: quisiera dejar claro que, aunque carezco de redes sociales por una deplorable serie de patologías que sería cansino listar aquí, no ignoro que innumerables lectores de Antes del huracán han lanzado vivas y hurras virtuales en Instagram, Twitter y Facebook, y que algunos de ellos no han cesado en su empeño de recomendarlo con fervor a todo bicho viviente. Mis amigos, familiares y conocidos, que temen por mi bienestar síquico, me han hecho llegar algunos de esos vivas y hurras, que han contribuido a alegrarme el lanzamiento del libro. Desde aquí quisiera dar las gracias a todos esos tuiteros e instagrameros. Aunque parezca que me importa un pedo porque no voy por el mundo insertando corazoncitos, valoro mucho sus comentarios y muestras de aliento. Supongo que quería decir solo eso: que aunque parezca que no me entero, sí que me va llegando, en modo goteo, y me da ánimos.

Desde aquí, Antes del huracán andará solo por estos mundos de Dios. Como decía aquel anuncio terrible de mi infancia, ayúdenle a caminar (si les place).