Cosas Que Leo #2: LOS NUESTROS, Serguéi Dovlátov

Los nuestros

“Por la noche no pude más y le dije:

– Lena, tenemos que hablar. Me parece que debemos aclarar algunas cosas. Está ocurriendo algo extraño. Tengo que hacerle unas cuantas preguntas delicadas. ¿Me permite que se las haga sin ambages?

– Le escucho -dijo.

Sereno el rostro. Como el dique de una prensa hidráulica.

Le pregunté:

– Dígame. ¿No tiene usted dónde vivir?

La dama se ofendió un poco. O mejor dicho, manifestó una leve sorpresa:

– ¿Cómo? Tengo un piso en Dáchnoye. ¿Por qué?

– Por nada… De hecho… Me parecía qué… No sé, creía… Entonces, otra cosa… Entiéndame bien, como amigo… Le pido mil excusas… ¿Puede que yo le resulte atractivo?…

Se hizo una pausa. noté que enrojecía. por fin dijo:

– En lo que a usted se refiere, no tengo nada que objetar.

Con esas mismas palabras. Literalmente, “nada que objetar”.

Se hizo una nueva pausa, aún más espesa. En mi caso. la muchacha rebosaba paz. Su mirada era dura y fría, como el vértice de una maleta.

Me quedé pensativo. ¿Podía ser que aquella calma se elevara por encima de las diferencias sexuales? ¿Más allá de la predisposición biológica hacia los hombres? ¿Y de la idea misma de cohabitación permanente?…

– Una última pregunta. pero no se enfade. Y si me equivoco, olvídese de lo que he dicho… En resumen, se me ocurre pensar… ¿No será usted, por casualidad, funcionaria del Comité para la Seguridad del Estado?…

Cualquiera sabía. para bien o para mal, yo era persona conocida y de natural incontinente. Bebía bastante. Siempre hablaba de más. En Onda Alemana se había hablado de mí… ¿No me habrían asignado, como disidente primerizo, a esta fantástica criatura? …”

Los nuestros

SERGUÉI DOVLÁTOV

Fulgencio Pimentel, 2020 (publicado originalmente en 1983; disponible también en catalán como Els nostres, Labreu Editorial, traducido por Miquel Cabal Guarro).

188 págs.

Traducción y epílogo de Ricardo San Vicente. Edición de Tania Mikhelson y Alfonso Martínez Galilea.