Barcelona hardcore, anexo #1: Ángel GRB

Resultat d'imatges de grb banda punkVeníais de Frenopaticss y Último Resorte. ¿Cómo os metisteis en el hardcore?

Para los que estábamos en el punk, el hardcore fue una consecuencia lógica. Las anécdotas de escuchar el primer elepé de Dead Kennedys o los Bad Brains, recién llegados a Barcelona, en el Texas, son abolutamente ciertas. Pasamos de Clash y Discharge a algo distinto; la escucha de aquellas bandas marcó un antes y un después, es innegable. Los Kennedys son un salto cualitativo. De los Bad Brains me sorprendió la velocidad que eran capaces de imprimir a las canciones. Pero no era solo velocidad; la música en sí misma era un salto cualitativo claro. El In God we trust de Dead Kennedys es para mí el manual de instrucciones del hardcore primordial.

Filosofía y política subcultural también cambiaron con la llegada del hardcore.

En otras bandas sucedió así, pero en GRB ya arrastrábamos este sesgo antes de que llegara el hardcore. Veníamos de hacer cosas que ya tenían una vertiente ideológica. Yo no lo percibí como cambio. Para GRB fue una evolución natural. Strong y Alberto venían del fanzine El drama del horror, que tenía una clara carga ideológica y anarco. Discharge y CRASS nos habían tocado antes que el hardcore.

GRB era vuestra “actividad diaría”, casi vuestra religión. En Harto de todo sonáis como una hermandad de frailes.

Cualquier actividad artística que pretendas hacer en serio va a sumirte en una dedicación extrema de ese tipo. Ese grado obsesivo es un requerimiento clave para cualquiera que quiera crear algo potente, sea pintar o esculpir o escribir o hacrer música. Para nosotros era lo más importante. Ensayábamos a diario. Era el centro de nuestra vida. La obra era lo primero.

Tanto roce debió ocasionar tensiones internas.

Aunque cueste de creer, pocas o ninguna. ¿El tópico de la “química” que tiene que existir entre individuos para que las cosas fluyan? Algo de eso había. Aparte de pasarlo bien y tocar, hablábamos muchísimo. De muchísimos temas. No tuvimos rifirrafes serios, solo nimiedades de juventud. Estábamos muy unidos. Si me llamaban por teléfono un día laboral a las diez de la mañana para que me apuntara a la gira de los Cheetah Chrome Motherfuckers, yo cogía cincuenta pesetas y un libro y me apuntaba.

Resultat d'imatges de grb banda punkComo dice Jordi Llansamà en Harto de todo, GRB eran el grupo que “se volvió contra su público”.

Ese enfoque también fue una evolución lógica de cómo éramos. Vienes quejándote desde la adolescencia, siendo crítico con el estado de las cosas, y si tiras del hilo lo último que te queda es ser crítico contigo mismo y con los tuyos. Nuestro camino fue de fuera hacia dentro. Acabamos cuestionándonos a nosotros mismos, a los individuos, y a las actitudes que eran producto de nuestros egos. Ser crítico no es cosa fácil, y levanta ampollas. Una buena parte de nuestra leyenda negra y antipatía proverbial proviene de haber metido el dedo en la llaga. Pero no era contra el público: era contra todos nosotros. Era contra el ser humano. La culpa no puede ser siempre del otro. Queríamos ser críticos hasta las últimas consecuencias.

“Cuentos y leyendas” (la canción) no solo critica a la escena, por ejemplo. Es una reflexión devastadora sobre la alienación, sobre la incapacidad de conectar de todos nosotros. La tristeza terrible de estar escondido dentro de ti, tras todas esas murallas.

Efectivamente. En esa línea yo le tengo mucho cariño a “Temor”. Es una visión precisa y desgarradora del estado del ser humano a la hora de intentar darle sentido a la existencia. Fíjate en qué derroteros estábamos andando los GRB [ríe]. En ese cuadro mucha gente se podía ver representada, y eso picaba. “Temor” era una crítica mucho más dura que la de “Jim el pacifista”, que para mí es una crítica fácil. Siempre quisimos entender. ”Tres entre tantos” , por ejemplo, intenta comprender por qué alguien se hace policía. Ese punto de vista, en el entorno hardcore y punk, donde la policía era el enemigo y punto, era delirante e inaceptable. Pero para mí la crítica al «otro» no era suficiente. No me gusta el maniqueísmo. El blanco y negro se gasta en seguida. La riqueza se encuentra en los matices y en la profundidad.

“Tres entre tantos” es un acercamiento de novelista. Sin moralizar. Metiéndose en la cabeza del personaje, intentando mirar con sus mismos ojos.

Esa era la idea. Si lo que te interesa es el conocimiento, entender la naturaleza humana, tienes que mirar desde todas las perspectivas y de la forma más objetiva que seas capaz.

Tal vez erais demasiado “intelectuales” para el hardcore.

Se nos pudo ver así, y rápidamente se pasaba de eso a “arrogantes” o “engreídos”. No puedo negar que a nivel personal cada uno de nosotros tuviésemos nuestros niveles de eso, como todo el mundo. Pero alguna gente no nos conocía de nada y, por lo que contábamos, nos etiquetaban de una forma determinada. Es algo muy propio del ser humano: todo aquello que signifique hacer un esfuerzo intelectual es desechado en favor de lo que ya esté mascado y al alcance de la mano. Como dice Arsuaga, el paleontólogo de Atapuerca, reflexionar no es lo natural.

Érais los raros entre los raros. Os las apañásteis para alienaros dentro de una escena friqui como el hardcore. La consecuencia de ello es que el único club que te podía aceptar te rechaza como cuerpo extraño.

Sí, pero eso sucede en los guetos y fuera de ellos. Nosotros lo llevábamos con mucha alegría, que conste. Nunca nos torturamos. Éramos conscientes de que apuntábamos hacia otro lado, y no nos martirizaba. Ten en cuenta que teníamos veintipocos años; aquello era una reafirmación importante para nosotros.

Resultat d'imatges de grb banda punk cuentos y leyendasErais un grupo totalmente no canónico. No os parecíais a nadie. No llevabais el uniforme hardcore, no sonábais a Circle Jerks ni a Minor Threat.

Éramos cinco tipos de madre distinta. Yo soy un punk de primera generación, y en el momento en que aquella estética se asumió socialmente la deseché por completo. No quise nunca ser etiquetado a golpe de vista. Y a nivel musical, una vez has comprendido cómo funcionan las piezas fundamentales, lo satisfactorio es buscar la vuelta de tuerca. En las entrevistas queríamos desconcertar y desorientar deliberadamente. Una vez nos preguntaron por “influencias” y dijimos que iban “desde Manolo Escobar a Motorhead”. No era para dar la nota: queríamos reivindicar que la cultura musical de un individuo es mucho más amplia que lo que escucha a los diecinueve. Los rastros de tu familia no se quitan así como así. Estábamos muy orgullosos de utilizar patrones melódicos y estructurales que nadie se atrevía a utilizar porque se salían del canon. No solo escuchábamos punk o hardcore o rocanrol. Disfrutábamos recordando lo que escuchábamos de pequeños.

¿Cómo veías a coetáneos como Subterranean Kids, Monstruación y L’Odi Social?

Ten en cuenta de que éramos de los más viejos. Varios de los nuestros eran de la quinta de Último Resorte. Yo era de los mayores. Aquellos grupos eran parte de nuestro día a día. Nuestra familia, nuestro entorno cotidiano. Con Boliche empecé a tocar cuando él tenía trece años. Eso sí: nosotros íbamos a la nuestra, ellos a la suya. Estrechamos lazos con algunos, con otros menos. Con Subterranean Kids ensayábamos puerta con puerta. Mimo pasaba algunos días mas rato en nuestro local que en el suyo. Monstruación menos porque vivían más lejos; estaban alejados por simple distancia geográfica, se movían más por sus barrios, pero también formaban parte de nuestro hábitat natural. Eran nuestro círculo social. No tengo sensación de haberme llevado mal con nadie, la verdad.

Y cómo ves el Cuentos y leyendas. ¿Estás cómodo con el legado del álbum?

Muy orgulloso. Sigue estando vigente en muchos aspectos. Como dicen en Lágrimas de luz, una novela de ciencia ficción de Rafael Marín, el día en que entres a una taberna y escuches a los borrachos cantando una canción tuya totalmente deformada, entonces tu obra ha trascendido. Yo he visto eso.

Kiko Amat

(Esto son las preguntas y respuestas completas de la charla con Ángel de GRB para la pieza «Barcelona hardcore» (o «Cuando Barcelona era hardcore«, tal y como apareció publicada en El Periódico de Catalunya)

La canción del viernes #38: CRIM Doncs brindem

Repetidas taquicardias y gran pieloerección con este himno-temacle de los CRIM. Me recuerda a lo que ellos quieren que nos recuerde, que es a Leatherface -favoritísimos- y los Social Distortion. Increíble canción.

No es solo por la música. Esto es exactamente el tipo de dialéctica que suele emocionarme:

Fa un temps que tu i jo no vam ser tant diferents

Te’n recordes d’aquells grups / dels que deien veritats  / que escoltàvem d’amagat

Te’n recordes d’aquells nens / de les tardes a aquell parc / jo no he canviat

I em dius que brindem / i omplim les copes amb res / ens beurem el que vam ser / dos nens perduts a un món fred ordenat,

vols brindar?

Doncs brindem

Los 10 discos que hicieron a NUEVA VULCANO

IMG_1870En 1995 yo empecé a seguir a Aina, y solo paré cuando ellos pararon (se lo he contado muchas veces, lectores). Tras Aina vino Nueva Vulcano (Artur, Wences, Albert), en el 2004, a quienes volví a seguir del mismo modo: con fidelidad, fanatismo y este-es-mi-grupo, aprendiéndome todas las canciones y luciendo sus camisetas en cualquier sesión fotográfica que me hiciesen (esto también lo conté en otra ocasión). Nueva Vulcano es mi grupo favorito del país, no hay más que hablar, y las razones las he expuesto en tantos lugares que pierdo la cuenta ya. Sé que lo hice en el Vermut que celebro periódicamente para Gent Normal, y que tuvo como invitado en febrero del 2014 a Artur Estrada. Está todo allí.
Aquí en Bendito Atraso me dispongo a agarrarles desde otro perfil, aprovechando el lanzamiento de su colosal último disco, Novelería (Bcore 2014). Los 10 discos que hicieron a la banda son el trampolín que usaremos para conversar sobre todas las cosas que importan: amistad inquebrantable, nombres propios, el problema con Led Zep, canciones sobre follar, las cintas de la furgoneta y lo ultra-molantes que eran Jawbreaker. Y Seam. Y los demás discos que nos pirran. Y (¡atención geeks!) alguna indicación técnica sobre producción de discos. Y varios momentos de notable hilaridad.
1) SEAM The Problem With Me (Touch & Go, 1993)
ARTUR: Este y el Are You Driving Me Crazy? son los que más escuchamos. Los títulos siempre eran muy buenos. Es el tipo de sonido que, al formar Nueva Vulcano, teníamos claro que queríamos. Aunque ellos fuesen cuatro y nosotros tres. Wences empezó a tocar el bajo (en sus grupos anteriores tocaba la guitarra) y Seam fue una influencia brutal en él. El peso que tiene el bajo en nuestra música, la forma en que las guitarras repiten lo mismo pero las notas las marca el bajo de Wences… Eso es totalmente Seam.
WENCES: En el momento que hablamos de referencias para NV, y cuando empezamos a hablar de voces, siempre salían Seam. Aina también los tenían de referencia, pero no tan en primer plano como nosotros.
ALBERT: “Sobremesa”, que solo salió en single, es nuestra canción más obviamente Seam. Su punteo melancólico siempre está allí.
ARTUR: Lo suyo siempre fue mucho más lento que lo nuestro, más “susurrao”, menos rock. Pero sí tenemos el rollo ese de catarsis, de aguantar hasta que aprietas los pedales y entonces todo peta. Nuestra primera canción del Principal Primera, “Síndrome de Estocolmo” (también “Segundas residencias”, ahora que lo pienso), es muy Seam.
ALBERT: Pero en la nuestra hay un Wah-Wah. Esto no sé si lo utilizaban los Seam, ni tampoco si te interesa, Kiko [risas generales].
ARTUR: El único Wah-Wah que Santi García ha grabado en su puta vida [más risas]. Se buscaba un efecto de gato enfadado que creo que el Wah-Wah no lo proporcionó. Nunca se me ha dado bien esto de los pedales. En cuanto a letras, los Seam utilizaban temática sentimental poco floreada que quizás haya sido también una influencia en lo que escribo. Yo hablé una vez con el cantante de Seam, y una cosa que me gustó mucho fue que a lo largo de toda la conversación (que duró media hora) tuvo un vaso de cerveza en una mano y uno de vino en la otra. Todo el rato [ríe y no puede parar de reír].
2) JAWBREAKER 24 Hour Revenge Therapy (Tupelo Recording Co., 1994)
ALBERT: Yo no los había escuchado aún cuando nos conocimos, y fue una de las primeras cosas que me pasó Artur. En aquel momento nos íbamos pasando cosas que nunca escuchamos juntos pero que iban haciendo una idea común. 24 Hour… es el favorito común.
ARTUR: Jawbreaker es el grupo que más ha influenciado a Nueva Vulcano. Tal cual. Lo que pasa es que ya lo traíamos de antes, y no sabíamos si incluirlos en esta charla; habíamos planeado ser más originales. Pero fueron nuestra mayor influencia. Un trío, y esas letras… En mi forma de escribir me fijé muchísimo en Jawbreaker. Lo de hablar de amigos y eso; es clarísimamente Jawbreaker. En el nuevo disco, donde me he pasado nombrando sitios reales y gente, se ve la influencia de la banda. Su forma de hablar de algo muy concreto. Como en “Do you still hate me”: tengo una foto tuya y mía de aquel día en Brooklyn, llovía… Cuando dices el sitio concreto añades un plus de emoción. Y los nombres propios.
Ya os dije que podríais alquilar espacio en las canciones. 50 euros cada vez que salga el nombre de un fulano. “Y por allí pasaba Kiko Amat, la la”.
ARTUR [carcajada]: Sería la manera de salir de nuestro agujero, sin duda. Y con Jawbreaker luego está el sonido: hacer punk y rock y querer sonar fuerte, pero tener a la vez una forma de intentar hacer buenas canciones.
WENCES: Mucha gente se queja de que toco el bajo como si fuese una guitarra, pero eso me viene de todos esos grupos. Ellos lo hacían así. Más allá de si Jawbreaker, Samiam o quien sea nos influenciaba, lo que sucede es que también llevas muchos años tocando un instrumento, y las cosas ya te salen de una forma. Nunca hemos pensado en hacer una canción al estilo de Superchunk. De eso te das cuenta a posteriori. Está demasiado integrado en lo que somos.
ALBERT: Jawbreaker y Superchunk están tan integrados en lo que hacemos y somos que ni percibimos la influencia. Vamos, ni siquiera los habíamos traído aquí. Son omnipresentes. Siempre hemos pensado en ellos.
ARTUR: Cuando una melodía te recuerda a alguno de estos dos, ya pensamos: por aquí vamos bien. Es como una unidad de medida.
Jawbreaker se os parecen también en que tienen un disco un poco experimental, otro muy rock, otro muy pop…
ARTUR: Eso es verdad. En Bivouac trataron de encontrar un sonido algo más Soulside, más ruidazo, y nosotros hicimos lo mismo en Juego entrópico. En Los Peces de colores buscamos algo más punk rock. A Jawbreaker llegamos (Pau Santesmasses seguro que me corregiría ahora) en la época de Aina, a través de las listas de agradecimientos de la escena, que en aquella época era una forma clásica de descubrir grupos. Green Day debió venir antes. Y Bad Religion. Fuel, Green Day y Jawbreaker andaban mucho de la mano. Y los Cringer aquellos, Monsula… Tocaban juntos los unos en casas de los otros, en Berkeley, y fotocopiaban cartelitos.
IMG_19303) STEPHEN MALKMUS S/T (Matador, 2001)
ARTUR: Este lo hemos incluido para que no pareciese que todos los gustos que nos gustan ya se han disuelto. Este es contemporáneo, pero nosotros ya veníamos de escuchar a Pavement. Yo he visto en directo a Pavement. De tripi [sonríe]. Junto a Shudder To Think y no sé quién más. En Razzmatazz 1. Para mí es de los 5 grupos clave de toda mi vida. Y “El mirlo” es nuestra canción más Pavement. El tempo relajado, cambios de nota, catarsis final pedalera con algo de noise…
ALBERT: Malkmus nos da la libertad para hacer las canciones con menos estructura. Sin improvisar, porque nunca improvisamos, pero realizar las cosas con algo más de flow. Me da la sensación de que mucho de lo que hace le sale por casualidad, luego lo analiza y lo acaba cuadrando. Eso creo que se nos nota: estamos más dejados ir, más relajados… Él tiene un rollo en directo que puede resultar confuso si no eres muy fan, porque hace muchas bobadas. Musicalmente parece que pasen demasiadas cosas a la vez, pero él siempre lo clava y todo encaja al final.
ARTUR: Siempre parece que haya bebido demasiado. La última vez que le vi no sabía como poner el pie del micro. Cae, tropieza, se le cae un ampli… Resulta incomprensible, con la de conciertos que ha hecho. Pero no va borracho. Creo que en lo suyo hay un componente de show.
ALBERT: Siempre parece estar luchando contra los elementos. Hay algo de show, sí, pero siempre es él. Yo tengo todos los elepés de Malkmus. Nunca he comprado mucho en Insound (pequeña cuña publicitaria), pero mi primer pedido fue: Ted Leo, Le Tigre y Anti-Pop Consortium. Y el de Malkmus. Para que veas el berenjenal [ríe]. Todos me encantan.
ARTUR: Malkmus tiene ese punto pasota de la Costa Oeste, de dejar que la canción vaya haciendo, sin imponerle demasiados corsés. En esta gira hemos escuchado mucho este álbum; es muy agradable de escuchar. Pero no nos va a dar por hacer solos de guitarra, como a él.
Es que todos los grupos de indie americano son fans de Led Zep y de Black Sabbath, cosa que a vosotros no os sucede.
[largo silencio azorado con estallido de carcajadas final]
ALBERT: Sí que somos fans de Led Zep. Pero no por los solos. Es lo que escuchabas de niño, qué quieres.
4) CHAVEZ Better Days Will Haunt You (Matador, 2006)
ALBERT: Es un pseudo-grupo de heavy math elegante. Grabaron dos discos y se separaron.
WENCES: Es ese tipo de música que parece desestructurada, entre lo melódico y cerebral. Con un grado de experimentación, pero con la melodía por delante. Pese al follón de detrás.
ARTUR: Lo suyo de hacer un rollo de “rock de estadios” en broma… Eso es Nueva total. Lo de hacer una cosa como épica, como de The Who de los setenta, pero en lo-fi. En sala pequeña. Como de coña. “Break up your band” era el primer single. Su videoclip es como una mofa de lo famosos que son, llegando a un estadio, todo fake. Y su rollo es de flipaos, pero de fliparse ellos. Nosotros lo tenemos mucho: fliparte en el local, pero luego ver la realidad. Técnicamente eran perfectos, pero no pretendían salir del underground.
5) PEDRO THE LION Control (Jade Tree, 2002)
ALBERT: Todas las baterías del Principal Primera vienen de este disco. Todas.
ARTUR: Viene de la época en que nos juntamos como banda. El baterista, el sonido… El concepto de grupo es una gran influencia. Y en cuanto a letras, hay mucha supra-realidad, y lo de la hipocresía americana, los matrimonios, las familias, la dentadura perfecta… Hay mucha crítica del mainstream.
WENCES: Nos gusta que sus discos sean dinámicos. Que ahora te venga una tranquila que es flipante, y que de repente te aparezca “Rapture”, que es el hit pop clarísimo.
Mi canción favorita sobre follar. Y esa tronchante primera frase: “This is how we multiply / Pity that it’s not my wife”.
ARTUR: Sí, tiene también un deje religioso que es muy fuerte. [Empieza a citar de memoria] “Jesus and the angels singing Hallelujah / Calling me to enter the promised land” [ríe].
ALBERT: Piensa que es del 2002, el año en que nosotros empezamos a tocar. En el Principal Primera hay mil referencias de sonido a Pedro The Lion. Incluso se lo llevamos a Santi García [productor de todos los elepés de Nueva Vulcano] como modelo de cómo queríamos sonar.
ARTUR: Ahora ya no lo hacemos. En Novelería es la primera vez que planeamos la producción. Lo de querer grabarlo en directo, por ejemplo. Veníamos del anterior, Los peces de colores, cuyo sonido estaba bastante manipulado.
ALBERT: Novelería es el sonido que venimos persiguiendo desde el 2004, sin conseguirlo. Ni Santi estaba preparado, ni nosotros sabíamos qué queríamos. Si escuchas las baterías de Control, se parecen mucho a las de Novelería. Pero esto ya lo queríamos en el 2002, cuando escuchamos este disco. No sabíamos cómo se hacía. Íbamos probando distintos métodos, y Santi estaba empezando a grabar discos. Los dos hemos aprendido, al fin.
ARTUR: Hay una sensación de haber grabado el disco que siempre quisimos grabar. También en cuanto a espacio. Para Los peces de colores fuimos a aquel caserío del País Vasco creyendo que era la panacea, y que el sonido de batería en habitación (a lo Led Zep) [sonríe] lo hallaríamos allí, y no fue así.
ALBERT: Santi quería hacer un disco más pop, que a Artur se le escuchara… Pero no sonaba a nosotros.
WENCES: Ahora sí. Piensa que para un productor, nuestro sonido tienta a probar algo en plan Foo Fighters, demasiado limpio y ampuloso. Nuestro disco ahora suena como si estuviésemos en la habitación. Tuvimos que encontrar el equilibrio entre una producción bonita y bien hecha que no sonara presuntuosa.
ARTUR: Como en un concierto, pero que se entienda.
IMG_19156) GUIDED BY VOICES Surgical Focus (7″ TVT, 1999)
ARTUR: Esto representa un antes y después. Los GBV van muy bien para un grupo joven, porque rebajan las expectativas técnicas. Creo que nosotros escuchamos música muy madura demasiado temprano. Jawbox, Girls Against Boys, Fugazi… Joder. Tocaban de la hostia, y todo era perfecto. Algunos incluso iban a clases de canto, lo decían en entrevistas [ríe]. Mierda, ¿ahora voy a tener que ir a clases de canto? Y los GBV tienen la virtud de hacer canciones estupendas siendo bastante lerdos. Y de pueblo. Nosotros, al contrario de lo que suele gustarle mucho a la gente (que es la parte lo-fi), con GBV nos decantamos por la parte de la mitad de su carrera. Do the collapse es el álbum que escogeríamos.
ALBERT: Más a lo Weezer. Cuando es mucho más pop. Pero pueden hacer muchos tipos de canciones. Tienen muchos registros. Pueden hacer un super-hit como nuestro “Te debo un baile”, que en su caso sería el “Glad girls”. O de repente te hacen cosas más oscuras, pero sin caer en lo raro, con mucha naturalidad.
ARTUR: Y que si haces una canción, piensas que ya harás otra. No hace falta darle más vueltas a la que has hecho. La pones en un single, y allí se queda. Ya haremos más. Esa es una intención clara de la banda. Nosotros hemos intentado relegar “Mano izquierda” y “Predominio”, pero no nos ha salido muy bien. Y también separarlas. Pero nada: siguen yendo juntas. Y él, por cierto, es el artista más prolífico de la historia.
ALBERT: Porque no tiene criba de ningún tipo, también.
ARTUR: Y encima es artista. Tengo un libro suyo, y tiene un montón de obra. Y todo eso lo hace mamado, y con hijos…
7) SWERVEDRIVER Raise (Creation, 1991)
ARTUR: Decías que poca gente los recuerda, pero te sorprendería lo contrario. A veces los ponemos en Heliogàbal y siempre viene alguien a celebrar al grupo. Esta es la música que en nuestra juventud le podías grabar a una chica, y que le gustara. Y en cuanto a cantar, ellos enterraban mucho la voz, el sonido era algo fumeta. Pero había mucho hit.
ALBERT: En Nueva hablamos mucho del concepto “cielo abierto”. Que también tenían Chavez. Te lo cuenta Wences.
WENCES: “Cielo abierto” es el trozo de la canción en que todo toma un tono melódico, más abierto, pronunciado a bocajarro, de un modo entre contundente y muy melódico. Lo tienen todos los grupos que decíamos antes, GBV, Chavez, Pavement, Pedro The Lion…
ARTUR: Es el momento de la canción donde todo se soluciona.
WENCES: Y justifica que luego puedas andar distorsionando un rato. Eso es puro Swervedriver. Nosotros de adolescentes íbamos a buscar este sonido: bajo contundente, para empezar. Es lo que siempre hemos mamado.
ARTUR: Guitarras con acordes que no entiendes (acordes raros) pero un bajo que lleva el peso de melodía de la canción. Estos eran ingleses, como My Bloody Valentine. ¿A quién podía no gustarle todo eso? Y por añadidura siempre era muy baratico [risas].
En el Music & Video Exchange de Notting Hill sabes que estarán siempre por 6 libras, porque todo el mundo pasa de ellos. Los maxis a 3. ¡Me los quitan de las manos!
ALBERT [ríe]: Es que debían hacer millones de copias de esto.
ARTUR: Son los grupos que tocaban en Reading a las 6 de la tarde. Como Mega City Four.
8) KURT VILE Walking on a Pretty Daze (Matador, 2013)
ALBERT: Rabiosa actualidad. Un tipo a quien deben gustarle un montón Led Zeppelin [ríe]
Humm. A Kurt Vile me da a mí que le gustan mucho…
ALBERT: Los porros [risas]
No, hombre. Dire Straits [carcajada de incredulidad general] Lo digo muy en serio. Escuchad el disco, leches. Es puro “Romeo and Juliet”.
ALBERT: Sea como sea, lo lleva a su terreno y lo sabe aprovechar.
ARTUR: Creo que esta manera de tocar la guitarra a lo Mark Knopfler, como dices, ha vuelto. Lo ves en Kurt Vile y en Mac Demarco; tienen ese sonido como con chorus, ochentesco, algo hortera, y como ellos van de ese rollo nerdecillo han conseguido que resulte cool. Cuando hace dos días era algo defenestrado. Lo importante de Kurt Vile de cara a Nueva Vulcano es que ha ralentizado el tempo de la mitad de canciones de Novelería. Que originalmente parecían de Suicidal Tendencies, por culpa de Wences, y mía también. Albert trajo a Kurt Vile y nos calmó.
ALBERT: Si no fuera por esto, “El mirlo” sería hardcore melódico.
Bueno, pero no llegáis a su relajo. Este tío está muy relajado. Vosotros os habéis sentado, pero Kurt Vile ya está en la tumbona.
ALBERT: Relajado está, eso es innegable. Pero ha sido fundamental para nosotros. También desde el punto de vista de conductor de furgoneta. Este disco ha sonado mucho de gira.
ARTUR: Yo lo odié hasta que lo escuché. Lo odiaba porque me había arrebatado el tempo de mi propio grupo, y porque al principio me sonaba al Lou Reed chungo. Pero luego me cautivó [sonríe]. Es un pedazo de disco.
Lo de la cinta de la furgoneta es una elección primordial. Esas cintas siempre acaban (por puro machaque) influenciando el sonido de un grupo. Espero que no empecéis a poner Sun Ra, o algo así.
ALBERT: No te preocupes. Malkmus sí sonó mucho durante mucho tiempo.
ARTUR: También Tinariwen.
ALBERT: Tinariwen es una cosa que nos ha unido mucho. Nos apuntamos al festival Cruïlles casi solo porque tocaban ellos.
ARTUR: Exigimos a los organizadores que nos pusiesen el mismo día que ellos. Eso condicionó completamente nuestro horario, claro. Tocamos a cierta hora para poder ver a Tinariwen. Es lo que tiene fumarse unos Ducados con el organizador del festival, Pablito, que es amigo nuestro. Por cierto, que la palabra “Ducados” aparece en el nuevo disco, y la puse solo por él. Para que se riese el Pablito. Solo para eso [ríe].
IMG_18959) TALKING HEADS More Songs about Buildings and Food (Sire, 1978)
ALBERT: En Juego entrópico nos dio mucho por las congas y esas percusiones de Talking Heads. Intentamos replicarlo a nuestra manera. Como en “Solamente un fuego”, que es muy tamborilera. Canciones épicas pero con raíces africanas, que nosotros sacamos de Talking Heads.
Un inciso: noto un fraseo distinto en “Hemos hecho cosas”, por ejemplo, que a mí me suena más a nueva ola española chulapona, o a Nacha Pop (a quienes versionabais al principio de todo, por cierto).
ARTUR: Ya. Ese fraseo a mí me viene por Chris Leo. Era como un ejercicio para escribir distinto sin estar condicionado por la melodía. Era esa una historia con cierta chicha, y quise comprobar si era más fácil cantarla así. Pensé que encontraría un filón. Luego vi que todo tiene sus dificultades. Pero les sorprendió a todos; a Santi també. Los Obits también utilizan un poco esa forma de cantar, casi atonal, que es como ir repitiendo todo el rato la misma nota.
ALBERT: “Hasta la boya y volver” no es tan popera, pero también tiene ese recitado en medio. Me parece que nos abrimos a un camino que mola.
WENCES: En grupos como nosotros, que tocamos siempre los mismos instrumentos de un modo similar, se agarra cualquier oportunidad de probar algo nuevo. En este caso fue el cantar.
Se ha perdido del todo la ligera abstracción de Nueva Vulcano al principio. Yo celebro que ahora todas las letras hablen de algo concreto, y cuenten una historia. Las canciones que van de algo son mayoría ahora.
WENCES: A mí me gusta que en base a una anécdota de un caso particular, como lo de Rita [hija de Artur] viendo un esqueleto de animal en medio del bosque, Artur tira de ello y hace una canción, y le permite hablar de otras cosas.
ARTUR: En “80% agua”, y en general todas las veces que se mencionan nombres propios, no es porque encaje bien, o porque rime. Cuando sucedió lo del esqueleto del animal no pensé que haría una canción sobre ello. Pero nos miramos con Uri Amat, y él por la noche hizo aquel comentario: que había sido muy fuerte ver el esqueleto ahí, tan perfecto, como si fuese un dinosaurio de museo de Zoología, cada puto hueso en su sitio. Lo primero que pensé es: ¿Dónde coño estamos del mundo, si nadie ha pasado por este camino nunca? Y luego pensé en cómo narices explicárselo a una niña de dos años que te lo pregunta. Pero citar nombres propios cumple la función de dar las gracias a la gente que ha estado allí, que te ha subrayado una experiencia. Todos nosotros nos hemos autoeducado, ya lo sabes, nos hemos enseñado entre todos, los unos a los otros. Esto es una forma de agradecer esa educación. El caso de “Cristina Guindas” también es evidente: ¿Cuántas veces hemos ido por ahí de fiesta y ella estaba tras la barra, trabajando? ¿Has probado a hacer un mojito alguna vez? Es bastante jodido. Imagina hacer cientos.
WENCES: Esos nombres humanizan la historia.
Convierten algo en Historia, también. Con mayúscula. Como decían Minutemen: “los nombres propios serán la prueba de que eso sucedió”.
ALBERT: Creo que eso es algo bastante original que tienen las letras de Artur. No sé si hay tanta gente en España haciéndolo. Artur no cae en la cotidianidad costumbrista, ni tampoco está en un punto abstracto. Luego está que la gente pilla las letras como quiere, a su antojo, y crea sus historias.
WENCES: Ese equilibrio es difícil: explicar una cosa explícita, pero que no sea tan explícita para que no puedas hacerla tuya. Creo que Artur consigue ese equilibrio.
Otra cosa difícil es el uso de lo vernacular: “cumple”, “careto”, etc. En Novelería funciona, pero es el típico recurso que si te pasas te vas a Los Suaves. O a Emilio Aragón.
ALBERT [ríe]: Yo siempre dije que con esas palabras podríamos ir al Viña Rock.
ARTUR: Vale la pena probarlo. Igual hay algo de influencia de los Guided By Voices, en el sentido de no buscar la perfección. No quiero hacer letras en plan Joan Manel Serrat. La perfección y la excelencia no nos quitan el sueño. Es darle un toque de familiaridad a la letra, quitarle el drama y lo solemne. La primera vez que lo escuchas piensas que es raruno. Luego suele gustar. Una de mis canciones favoritas es “Mogollón”.
Los grupos ya no usan nunca en la composición de los álbumes aquel par de clásicos: la instrumental y la balada. Eso me apena.
ARTUR: La lenta. Claro. En el nuevo sería “Rabindranath”, antes fue “Esto no es París”. “Segundas residencias” también era medio baladón.
Lo que siempre hacéis es alguna canción política, pero de forma velada, nada panfleto. En Novelería sería “Antes de las infraestructuras”, imagino.
ARTUR: Sí. “Antes de las infraestructuras” es nuestra copia del “Camps” de vàlius [sonríe].
10) THE SEA AND CAKE Everybody (Thrill Jockey, 2007)
ALBERT: De ellos cogemos el rollo paisajístico. Hacer evolucionar una canción instrumentalmente. Y queremos hacer un EP en 12”, en plan The Sea and Cake. Con muchas maquinitas, como el maxi del elefante. Eso sería tremendo.
ARTUR: El final de “La ley de costas” está copiado de The Sea and Cake. Y solemos tener a Marc Clos haciendo cosas con sus aparatos, que es algo muy de esa banda. Everybody es el más rockerillo, por decirlo de algún modo. Es el preferido de NV.
ALBERT: Y el disco que más veces he regalado en mi vida.
ARTUR: Con The Sea and Cake haces amigos, es verdad.
Última cuestión: sois un grupo sin intenciones carrerísticas. Vais haciendo, cuando procede, acorde con vuestras vidas. Creo que eso lo aprecian los fans.
ALBERT: Al final, la carrera (si se le llama así), está allí. Se va haciendo. No desaparece.
ARTUR: Venimos de grupos como Fugazi o Superchunk, que no se separan. El grupo es parte de su vida. No se rompe porque haga años que no sacan disco.
WENCES: Yo siempre lo he relacionado con las ganas de tocar. Se juntan de vez en cuando porque tienen ganas de tocar y girar. Más allá del negocio, o los discos que saquen. Se trata de hacer canciones y tocarlas. Y cuando se separan de veras, pues hacen gira de despedida, lo agradecen a todo el mundo, como hicieron Aina en su momento… Aunque no parezca que se hayan separado, pues Aina se juntan cada verano [risas]. Pero esos grupos en general no se separan, ese concepto no es habitual. Lo que no han hecho es sacar disco, que es otra cosa.
ALBERT: Nunca hemos tenido presión de ningún tipo para sacar disco.
ARTUR: Si no contamos la tuya, tío. Que en este disco parecía que estábamos haciendo la mili, tío. Wences y yo no la habíamos hecho y ahora sabemos lo que es.
ALBERT [sonríe y se vuelve hacia el entrevistador]: Si no llego a ponerme duro ahora no estaríamos aquí, Kiko. Y tú lo sabes.

Kiko Amat

(Entrevista realizada para Bendito Atraso en la bodega Cal Pep de la calle Verdi, Barcelona, a principios de febrero del 2015. Las fotos son exclusivas del gran Lluís Huedo)