Cosas Que Leo #107: EL HOMBRE QUE VOLVIÓ A LA CIUDAD, George Pelecanos

“- Thaddeus y yo vamos a llevar a cabo un allanamiento de morada en una vivienda situada fuera de esta ciudad. Sus ocupantes robaron unas joyas de gran valor en una fiesta y violaron a la chica adolescente que vive allí. Son supremacistas de la raza blanca, gente mala se mire por donde se mire.

– Phil, no juegue conmigo.

– Te necesito. Condujiste muy bien aquel Impala cuando la ocasión lo requería. No conozco a nadie que sea capaz de hacer lo que haces tú.

– Siempre coaccionando. ¿Qué va a hacer ahora, amenazar con encerrarme de nuevo?

– No creo que tenga necesidad de hacerlo.

Michael mantuvo la vista fija al frente.

– ¿Cuándo?

– Pronto.

– No vuelva a acercarse a la casa de mi madre, ¿entendido?

Michael se apeó del Ford. Ornazian arrancó y se alejó en dirección a Petworth. Quería ver a sus hijos antes de que se fueran a la cama.”

El hombre que volvió a la ciudad

GEORGE PELECANOS

RBA, 2019 (publicado originalmente como The man who came uptown en 2018)

297 págs.

Traducción de María Cristina Martín Sanz

Cosas Que Leo #68: UNA OBRA MAESTRA, Charles Willeford

“En cuanto el surrealismo nihilista se estableció como corriente artística independiente, se empezó a requerir la presencia de Debierue como ponente. Él rechazaba esas propuestas, por supuesto…

– ¿Por supuesto? ¿No suelen pagar a los ponentes?

– Sí, y le habrían pagado bien, pero un artista no se pone a la defensiva. Y eso es lo que le pasa a todo ponente. Se supone que un crítico habla, agradece las preguntas porque su labor consiste en explicar lo que hace el artista, pero el artista no está formado para esa clase de cosas y lo único que hace es debilitar su postura. Hoy en día, algunos artistas recorren el país dando conferencias, cargados con montones de diapositivas de su obra, y no son más que un grupo de personajes tímidos con dificultades para expresarse. Supongo que cuesta rechazar el dinero, pero si así terminan derrotándose a sí mismos y negando su obra. Un artista creativo no pinta nada delante de un atril de conferenciante, y esto es aplicable a los poetas y a los novelistas tanto como a los pintores”.

Una obra maestra

Charles Willeford

RBA, 2020 (publicado originalmente en 1971 como The Burnt Orange Heresy)

206 págs.

Traducción de Pilar de la peña Minguell