“Esto es una dictadura: la dictadura de los adultos”, concluye Eddie mientras camina a oscuras por las calles del Saltovsky. Eddie era capaz de orientarse en la más absoluta oscuridad por el Saltovsky. Conocía a la perfección cada esquina, cada piedra, cada árbol. “Sí, la dictadura de los adultos, peor incluso que la dictadura del proletariado”.
Eddie pensaba que los adultos hacían muchas gilipolleces. Como trabajar, por ejemplo. Lo hacían solo para ocultar sus grandes vacíos existenciales, no porque les gustase. Lo veía muy claro, por ejemplo, en su vecino de la Avenida del Paralelo 22, el tío Sasha Chepyga: lo que más le gustaba era estar enfermo, porque así no tenía que ir a trabajar. Se ponía muy contento cuando le dolía algo y podía quedarse todo el día en casa: dedicaba el día a jugar al fútbol con su hijo Vitka y con Tólik el Jorobado. Se sentía tan pleno que hasta se permitía el lujo de no beber vodka para poder seguir dándole al balón en el parque.”
El adolescente Savenko, o Autorretrato de un bandido adolescente
EDUARD LIMÓNOV
Ediciones del Oriente y del Mediterráneo, 2020 (publicado originalmente en 1987)
330 págs.
Traducción de Pedro J. Ruiz Zamora