Pueden escucharlo aquí. El periodista valenciano Javier Cavanilles y yo mismo, Kiko Amat, esq., le damos a la sin hueso durante 45 minutos del ala. El tema, naturalmente, son los asesinatos Manson, que vuelven a la proverbial palestra gracias a la reedición de Helter Skelter de Vincent Bugliosi & Curt Gentry (con prólogo de su vecino y amigo Kiko Amat) y Once upon a time in Hollywood, el nuevo filme de Quentin Tarantino.
Una charla prolija, rebosante de trivia friqui y análisis coyuntural, así como de un buen número de lúdicas paridas y comparaciones audaces. Lo pasé muy bien realizándola.
Pedazo de flyer autoexplicativo. Tal elenco de frrrreaks no se veía desde La revancha de los novatos II. Una charla a tres manos entre tres grandes guiquis de la cultura pop, con la colaboración de editor y traductor. Solo falta Charlie (no habrá sesión de espiritismo, no teman).
Me apetece mucho esto, porque además de ser ultrafan del libro y de la historia, voy a compartir mesa con dos caballeros que me chiflan, en lo humano y cultural.
Es, ya lo ven ahí arriba, el miércoles 22 de mayo a las 19h, en La Central de la calle Mallorca. Les invito a venir. Sí, a todos ustedes.
Antes de que acaben de contar «1,2,3,4,5,6,7, all good children go to heaven» ya habrá salido a la venta la esperadísima traducción española de Helter Skelter, de Vincent Bugliosi. Mejor libro de true crime anglosajón que he leido (y releído: cinco veces) en mi vida, descatalogado en España desde… 1976.
Esta obra maestra de la crónica negra escalofriante, best seller mundial inapelable, lleva, para colmo de la maravilla, en su nueva edición de Contra Editorial, un prólogo que ha escrito you-know-who.
Yo, hombre. Quiero decir yo. Quién va a ser. El prologuista enloquecido.
Tamaña genialidad estará en las librerías el 10 de abril. Comprénselo, y prepárense para dormir con una lucecita infantil encendida en su habitación de adultos hasta que pase el verano, lo menos.
En este comienzo de 2019 he escrito un par de prólogos a libros que me hará mucha ilusión ver publicados. Uno de los dos es el Helter Skelter de Vincent Bugliosi, que he leído (con esta) cinco veces, y que es mi libro de true crime favorito. Indiscutible. Lo sacará en breve Contra Editorial.
Mientras escribía el prólogo he vuelto a escuchar el repertorio musical de Charlie. Es cierto, no era PF Sloan, y sufría de ese tic rumbero que consiste en aporrear la caja de la guitarra compulsivamente, como si pidiese orden en una reunión de borrachos, pero tenía un par de tonadas que no estaban mal.
La gente suele recordar las célebres que versionaron los Beach Boys o Guns’n’Roses o Marilyn Manson, pero mi favorita siempre ha sido esta, «Your home is where you’re happy». La escuché por primera vez a los diecinueve años o así, en el Creator de Lemonheads (su versión sigue encantándome). Era la «lenta» del álbum.
Es una canción muy fácil de cantar, y la letra es de una simplicidad pegajosa. Quizás por ello es una canción que he canturreado mucho a lo largo de mi vida. La cantaba diariamente en la camara frigorífica del McDonald’s de Hanway St., en 1996, mientras realizaba la rotación de stocks (con la napia congelada), caja de burger patties arriba y abajo. Y luego, una década después, se la canté a mis hijos recién nacidos mientras les cambiaba los pañales o, en modo nana, intentaba sin éxito que se durmiesen (un hecho que espero no conozcan de segunda mano y mal contado, pues suena positivamente psycho).
Qué quieren que les diga: es una bonita canción. Y memorable, ya lo he dicho.