ALEK POPOV: «El humor y la sátira son lo contrario del elitismo»

Mi entrevista con ese pedazo de hombre, Alek Popov, adalid de la sátira balcánica y novelista de los míos (si me disculpan la expresión; trato de no usarla en exceso, pero en este caso era obligado). Se publicó en El Periódico de Catalunya.

Cómo no ser amigos para siempre con alguien que suelta cosas como «en las últimas décadas la literatura ha sido secuestrada por los académicos. Lo suficiente como para ser desviada de su curso natural». O (mi favorita) «el problema es que algunos escritores tienen demasiada educación, y lo digo muy en serio».

Dales duro, Popov. Golpea sus sifilíticos nudillos académicos.

Y ustedes: compren su libro. Es tremendísimo.

Cosas Que Leo #2: LOS NUESTROS, Serguéi Dovlátov

Los nuestros

“Por la noche no pude más y le dije:

– Lena, tenemos que hablar. Me parece que debemos aclarar algunas cosas. Está ocurriendo algo extraño. Tengo que hacerle unas cuantas preguntas delicadas. ¿Me permite que se las haga sin ambages?

– Le escucho -dijo.

Sereno el rostro. Como el dique de una prensa hidráulica.

Le pregunté:

– Dígame. ¿No tiene usted dónde vivir?

La dama se ofendió un poco. O mejor dicho, manifestó una leve sorpresa:

– ¿Cómo? Tengo un piso en Dáchnoye. ¿Por qué?

– Por nada… De hecho… Me parecía qué… No sé, creía… Entonces, otra cosa… Entiéndame bien, como amigo… Le pido mil excusas… ¿Puede que yo le resulte atractivo?…

Se hizo una pausa. noté que enrojecía. por fin dijo:

– En lo que a usted se refiere, no tengo nada que objetar.

Con esas mismas palabras. Literalmente, “nada que objetar”.

Se hizo una nueva pausa, aún más espesa. En mi caso. la muchacha rebosaba paz. Su mirada era dura y fría, como el vértice de una maleta.

Me quedé pensativo. ¿Podía ser que aquella calma se elevara por encima de las diferencias sexuales? ¿Más allá de la predisposición biológica hacia los hombres? ¿Y de la idea misma de cohabitación permanente?…

– Una última pregunta. pero no se enfade. Y si me equivoco, olvídese de lo que he dicho… En resumen, se me ocurre pensar… ¿No será usted, por casualidad, funcionaria del Comité para la Seguridad del Estado?…

Cualquiera sabía. para bien o para mal, yo era persona conocida y de natural incontinente. Bebía bastante. Siempre hablaba de más. En Onda Alemana se había hablado de mí… ¿No me habrían asignado, como disidente primerizo, a esta fantástica criatura? …”

Los nuestros

SERGUÉI DOVLÁTOV

Fulgencio Pimentel, 2020 (publicado originalmente en 1983; disponible también en catalán como Els nostres, Labreu Editorial, traducido por Miquel Cabal Guarro).

188 págs.

Traducción y epílogo de Ricardo San Vicente. Edición de Tania Mikhelson y Alfonso Martínez Galilea.

8 sólidas razones para jalear Blunt Talk (una mini-charla con JONATHAN AMES)

https://pmcvariety.files.wordpress.com/2015/08/blunt-talk-tv-review-starz.jpg?w=670&h=377&crop=1El escritor y guionista Jonathan Ames (Bored to death, ¡Despierte, señor!) habla en exclusiva para [Kiko Amat] sobre su última serie para la cadena Starz, Blunt Talk. Una chisporroteante oda cómica a la fraternidad, a saber caer de pie y al optimismo ante las trompadas. Protagoniza Patrick Stewart -profesor (Xavier) y capitán (Picard)- aquí en el papel de Walter Blunt, un presentador inglés en pleno defenestre espiritual y laboral que pugna por respirar en el hostil mundo de los noticieros yanquis. Y dirige Seth McFarlane, de Family Guy y American Dad.

1) Amor al prójimo

“Hay escritores que parecen detestar a la gente y escritores que la aman. Parece una simplificación excesiva, pero mi enfoque es ser cariñoso con mis personajes, y que los personajes sean amables los unos con los otros. No de una manera azucarada o sentimental, espero, sino de la forma en que la mayoría de nosotros lo refleja en la vida real: amamos a nuestros amigos y familias.”

2) Exaltación de la otredad y la rareza

“Todos estamos confundidos. Trato de no juzgar a mis personajes por sus defectos, pues son los que los hacen humanos y reales. Todos somos intrínsecamente diferentes. Todos somos el “otro”. Nos presentamos a nosotros mismos como «normales», pero en el fondo todos luchamos con nuestra identidad y nuestro lugar en el mundo.”

3) Incluye chistes guarros…

“La comedia es mi prioridad, me gustan la astracanada y los trucos cómicos tradicionales. Mi objetivo es entretener a la audiencia. Trato de mezclar cosas, como una pieza de música clásica: lento, rápido, silencioso, atronador… Hay momentos de ternura, diálogo rápido, humor físico e imágenes divertidas. Todo tipo de cosas pueden hacer una escena divertida: la situación, el diálogo absurdo, el aspecto físico… Me gusta el humor guarro, pero intento no usarlo con demasiada frecuencia (mucha gente no lo considera divertido). Una regla de oro que tomo prestada de Oscar Wilde: «La brevedad es el alma del ingenio.» Hay que saber cuándo terminar una escena; es como marcharte de una fiesta. Si te quedas demasiado tiempo pierdes la comedia y la audiencia”.

4) … pero también melancolía y dolor

“Incluso gozando de comodidades materiales, la vida es difícil. Somos una especie compleja (aún en evolución, supongo) y nos creamos un montón de problemas, para nosotros mismos y para la sociedad. El dolor en la vida parece venir de nuestra propia visión de las cosas, de percepciones erróneas. Todos luchamos para encajar con nosotros mismos, con el mundo. Soy parte del confortable mundo occidental y llevo una vida fácil, pero todavía me las arreglo para hacer de esto una lucha confusa y dolorosa”.

5) Corazón de Albión

“Sí, soy bastante anglófilo. Este show en particular, debido al elenco, se basó en mi experiencia al escribir ¡Despierte, señor!, y el libro a su vez salía de mi amor por PG Wodehouse, que es un claro síntoma de mi anglofilia. Y uno de los grandes humoristas británicos (si no el mayor) del siglo XX.”

6) La amistad entre caballeros

“Me doy cuenta de que escribo mucho sobre amistad, incluyendo la que existe entre una persona más joven y una mayor. Lo del caballero y el escudero deriva de Don Quijote, una gran influencia para mí: ese dúo: el soñador y el encargado del soñador, y el amor que los une.”

7) Walter no tira la toalla

“Walter Blunt está en un punto bajo cuando comienza Blunt Talk, pero no se halla en completa decadencia. Todavía tiene fuerza para luchar. Es una historia icónica: fallar y luego levantarse. El Fénix y todo eso. Muchas historias van de una persona que pierde el norte. Toda la obra de Bukowski habla de disolución y locura, y de sobrevivir a pesar de eso. Siempre es bueno comenzar un personaje desde el fondo y luego verlo trepar hacia la salida. Todos nos identificamos con eso”.

8) Lo malo acaba bien

“No me interesa escribir una historia sin posibilidad de redención”.

(Escribí esto, y hablé con Jonathan Ames en exclusiva, hace año y medio, para el suplemento de un periódico que al final no lo publicó. Malaguanyat, que diria mi madre. Así que se lo recupero aquí para ustedes. Casi todo lo que me gusta del mundo está en Blunt Talk)

Mi recomendación es simplemente Tula Springs

Nunca les recomendé esto, si recuerdo bien, y querría hacerlo ahora antes de que se deslice por algún sumidero de mi mente. Es uno de mis libros favoritos del año. Se llama Tula Springs (en original: Modern Baptists) y su autor James Wilcox lo escribió en 1983, y acaba de reeditarlo Contra, que por si no lo saben es una de mis editoriales favoritas.

A mí me recordó de forma fuerte a Decadencia y Caída o La conjura de los necios, grandes favoritos de toda la vida, y de hecho eso es exactamente lo que digo, alto y parrafadoso, en la faja del mismísimo libro:

«Una tremenda tragicomedia de torpeza social y otredad patológica al modo de Decadencia y caída o La conjura de los necios. Pequeñas catástrofes que van haciéndose inmensas. Una pequeña joya del humor amargo.»

Sí, ahí queda eso, y encima lo digo codo con codo con el viejo Harold Bloom, que también dice lo suyo (en muchas menos palabras).

Pueden leer más sobre el condenado artefacto en este mismo linkarral.

Cómprenlo, por favor. No repercute en absoluto en la economía familiar de los Amat, pero sí en la paz espiritual del menda.