Cosas Que Leo #6: A JOURNAL OF THE PLAGUE YEAR, Daniel Defoe

Plague year Defoe

“Another thing might render the country more strict with respect to the citizens, and specially with respect to the poor, and this was what I hinted at before: namely, that there was a seeming propensity or a wicked inclination in those that were infected to infect others.

There have been great debates among our physicians as to the reason of this. Some will have it to be in the nature of the disease, and that it impresses every one that is seized upon by it with a kind of rage, and a hatred against their own kind -as if there was a malignity not only in the distemper to communicate itself, but in the very nature of man, prompting him with evil will or an evil eye, that, as they say in the case of a mad dog, who though the gentlest creature before any of this kind, yet will fly upon and bite any one that comes next him, and those as soon as any who have been most observed by him before.

Others placed it to the account of the corruption of human nature, who cannot bear to see itself more miserable than other of its own species, and has a kind of involuntary wish that all men were as unhappy or in as bad a condition as itself.

Others say it was only a kind of desperation, not knowing or regarding what they did, and consequently unconcerned at the danger or safety not only of anybody near them, but even of themselves also. And indeed, when men are once come to a condition to abandon themselves, and be unconcerned for the safety or at the danger of themselves, it cannot be so much wondered that they should be careless of the safety of other people”.

A Journal of the Plague Year

DANIEL DEFOE

Dover Thrift Editions, 2001 (publicado originalmente en 1722; existe traducción al castellano en Impedimenta: Diario del año de la plaga)

186 págs.

*** Este libro es una relectura.

Cosas Que Leo #4: LA CAJA NEGRA, Alek Popov

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“Un inmigrante no puede decir “no”. Después habla de sus alumnos en Bulgaria: los chavales, como los llama [mi padre]. No sería lo mismo sin ellos… Por supuesto, siempre podría poner el régimen como excusa y todos lo entenderían. Las relaciones con los comunistas nunca han sido fáciles. Pero, ¿acaso no es cierto que a pesar del comunismo ha conseguido ser quien es en estos tiempos, lo cual hace su éxito aún más auténtico? Además, los regímenes cambian… Le oigo mencionar el nombre del líder soviético Gorbachov, pero toda mi atención la acapara una chica con un piercing en el ombligo. Es la primera vez que veo semejante maravilla. La anilla brilla deslumbrante sobre su barriguita redondeada. Me quedo boquiabierto. Siento que retrocedo cien mil años en la evolución. ¡Qué Gorbachov ni qué perestroika!

Mi padre no nota nada.

Ahora pienso: hombre, pues si hubieras visto aquel piercing, tal vez ahora estarías en otro lugar y no en la puñetera caja. La vida no son solo integrales, hipotenusas y vodka. Aunque ya es tarde para aleccionar a mi padre. Es tarde para empezar a conocerlo. ¡Ni siquiera podemos tomar una cerveza juntos! Se acabó lo que se daba. Porque él está en la caja, tan pancho, y ya no le importa nada. Es decir… sus cenizas. En cuanto a su alma, no lo sé; tal vez recorra Estados Unidos montada en una Harley Davidson invisible y chille de alegría:

– ¡Me he escapado! Fuck! Fuck! Fuck!

Nosotros, sin embargo, aquí seguimos: en cuerpo y alma. Para colmo, la compañía de seguros se niega a pagar la prima. Exigen un análisis de ADN. Pero el cadáver ya está cremado. Los cabrones saben que estamos lejos y no podemos hacer prácticamente nada. Perdemos cerca de cien mil dólares.

Esto ocurrió hace quince años.”

La caja negra

ALEK POPOV

Automática Editorial, 2020 (publicado originalmente en búlgaro en el 2014)

316 págs.

Trad. de Viktoria Leftérova y Enrique Maldonado.

Cosas Que Leo #2: LOS NUESTROS, Serguéi Dovlátov

Los nuestros

“Por la noche no pude más y le dije:

– Lena, tenemos que hablar. Me parece que debemos aclarar algunas cosas. Está ocurriendo algo extraño. Tengo que hacerle unas cuantas preguntas delicadas. ¿Me permite que se las haga sin ambages?

– Le escucho -dijo.

Sereno el rostro. Como el dique de una prensa hidráulica.

Le pregunté:

– Dígame. ¿No tiene usted dónde vivir?

La dama se ofendió un poco. O mejor dicho, manifestó una leve sorpresa:

– ¿Cómo? Tengo un piso en Dáchnoye. ¿Por qué?

– Por nada… De hecho… Me parecía qué… No sé, creía… Entonces, otra cosa… Entiéndame bien, como amigo… Le pido mil excusas… ¿Puede que yo le resulte atractivo?…

Se hizo una pausa. noté que enrojecía. por fin dijo:

– En lo que a usted se refiere, no tengo nada que objetar.

Con esas mismas palabras. Literalmente, “nada que objetar”.

Se hizo una nueva pausa, aún más espesa. En mi caso. la muchacha rebosaba paz. Su mirada era dura y fría, como el vértice de una maleta.

Me quedé pensativo. ¿Podía ser que aquella calma se elevara por encima de las diferencias sexuales? ¿Más allá de la predisposición biológica hacia los hombres? ¿Y de la idea misma de cohabitación permanente?…

– Una última pregunta. pero no se enfade. Y si me equivoco, olvídese de lo que he dicho… En resumen, se me ocurre pensar… ¿No será usted, por casualidad, funcionaria del Comité para la Seguridad del Estado?…

Cualquiera sabía. para bien o para mal, yo era persona conocida y de natural incontinente. Bebía bastante. Siempre hablaba de más. En Onda Alemana se había hablado de mí… ¿No me habrían asignado, como disidente primerizo, a esta fantástica criatura? …”

Los nuestros

SERGUÉI DOVLÁTOV

Fulgencio Pimentel, 2020 (publicado originalmente en 1983; disponible también en catalán como Els nostres, Labreu Editorial, traducido por Miquel Cabal Guarro).

188 págs.

Traducción y epílogo de Ricardo San Vicente. Edición de Tania Mikhelson y Alfonso Martínez Galilea.

Cosas Que Leo #1: NOCHE CERRADA, Chris Offutt

noche cerrada

«Tucker asintió y siguió conduciendo. A Rhonda le hormigueaba la tripa como una botella de soda sacudida. Llevaba años soñando con huir de aquella casa y de aquel valle, pero no pensaba seguir el ejemplo de sus hermanas: casarse con el primer chico que se presentara asegurándose de quedarse preñada. No, de eso nada.

Una parte de ella deseaba que Tío Boot no fuese su tío, así Tucker lo podía haber matado sin miramientos. Había deseado su muerte desde el día en que empezó a frotarse contra ella, como por accidente, por la casa, retirándose al momento como si ella fuese la culpable. Rhonda nunca se lo había contado a nadie porque sabía que nadie iba a creerla, y dormía con un picahielos oculto bajo la almohada. Ahora se había largado, era libre. Se quitó las horquillas y se las enganchó al cuello del vestido para no perderlas. Sacó la cabeza por la ventanilla y entornó los ojos contra el viento. Su cabello fluyó como líquido en el aire. Nunca se había sentido tan bien».

Noche cerrada

CHRIS OFFUTT

(Sajalín editores, 2020; publicado por primera vez en 2018 en Estados Unidos por Grove Press)

243 págs.

Traducción de Javier Lucini, 2020.

Cosas Que Leo (una introducción)

Foto llibres Cosas que leo

Leo mucho. Esa es la verdad, y ni siquiera lo digo para jactarme de ello. Leer todo el rato es algo que hago desde hace mucho tiempo y que sucede quiera o no, como la gripe o las visitas de parientes.

Por lo mucho que leo mucha gente me pide recomendaciones, más allá de las implícitas en los artículos y entrevistas y listas de favoritos para Navidad y Sant Jordi que redacto. Los entusiastas me asaltan por la calle, algunos de ellos desnudos, otros mostrándome sus pústulas, y no cesan en su empeño hasta que les señalo aquel disfrutable nuevo ejemplo de Young Adult Fiction, aquel rarísimo ejemplar de novela bohemia del Soho o el enésimo e iluminador nuevo análisis sobre adolescencia o nazis (o ambas cosas juntas). Me siento un poco como Jesucristo, pero sin los poderes molones. A veces todo esto resulta un poco fatigoso, y debo decir que demora considerablemente mi periplo de ida y vuelta al mercado del barrio.

Por ello he decidido crear una nueva sección, que juro mantener en la salud y en la enfermedad. Se llamará Cosas Que Leo, porque no hace falta que los escritores metamos ingeniosidades y dobles sentidos en cada puta frase. Cada lunes y viernes les colgaré un libro que recomiendo, portada y párrafo seleccionado, nada más. Solo colgaré lo que me gusta o me ha parecido memorable. Empezaré mañana, viernes 2 de abril del 2020 (veinteavo día de confinamiento por plaga). Continuaré el lunes siguiente, y de allí a la eternidad.

El lector hallará en mi selección semanal numerosas omisiones y lagunas. Faltarán algunos autores premiados, Literatos Respetados, libros del año de suplementos literarios que nadie lee pero aparentemente son fabulosos, libros que solo hablan de otros libros, libros de Alta Literatura que han matado a peña de aburrimiento, y aquel nuevo Bright Young Thing del que todo el mundo habla pero que tiene menos sustancia nutritiva que un Burmar Flash y menos futuro que el Sid Vicious del Chelsea Hotel. Algunos de esos libros no aparecerán porque, con franqueza, ni los leí ni pienso hacerlo. Los evité como uno evitaría un charco fangoso. Otros fueron leídos, subrayados y, con los ojos firmemente entornados, abandonados a tiempo y clasificados para siempre en Papilla Sobrevalorada Que Leí Para Confirmar Lo Que Sospechaba Desde Un Principio. En resumidas cuentas, he decidido no aburrirles con las montañas de novelas y libros de no ficción que no pasan la prueba lectora y concentrarme en lo que me asombra y me hace disfrutar (a veces padeciendo). Soy un Hombre Que Lee, no un Hombre De Letras. Existe una diferencia, y es honrosa.

Con el tiempo, el lector verá que de la selección emerge no solo un gusto, que tal vez coincida con el suyo, sino también un patrón. Pues soy un lector disciplinado, curioso y metódico (mi mujer diría algo mucho más feo de repetir). Si observan la fotografía de aquí arriba entenderán de lo que hablo. Se trata de la pila de libros que leí en el último mes y medio o dos meses, aproximadamente (no aparecen el 10% de manuscritos que leí en Kindle, borradores que me envían amigos y desconocidos, ni los libros que , simplemente, no eran de mi gusto y abandoné al primer adverbio de más).

Como pueden observar, cada cuatro novelas hay un libro de no ficción; cada tres o cuatro libros traducidos o en castellano/catalán original hay un original inglés (o el porcentaje inverso); cada decena de libros hay un cómic (a veces el lapso se reduce); cada quince novelas hay una de PG Wodehouse (una costumbre sanadora que hace años que mantengo); muy de vez en cuando, algo de poesía o teatro (inglés). Desde hace poco, también libros de Young Adult Fiction (juveniles) modernos, seleccionados. Las lecturas combinan clásicos, novedades, oscuridades, obras que siempre quise leer y al final me puse a ello, cosas extemporáneas que decidí recuperar por el bien de todos, y también alguna relectura gozosa (Dispatches, en este caso). No me gustaron todos los que leí, pero sí me gustaron los que irán apareciendo en la sección.

Por último, como tal vez ya sepan, carezco de redes sociales de ningún tipo, más allá del molesto y a la vez asquerosamente útil WhatsApp. Por tanto, les agradeceré si difunden, tuitean, instagramean o facebookean las selecciones que hayan sido de su agrado, o que les hayan lanzado de cabeza a la librería más próxima. Kiko Amat

Mejores Novelas del 2019, por Kiko Amat (para Estragos)

Mi lista de novelas favoritas del año 2019. Realizo mi lista anual por muchas razones, pero una de las principales es que la mayoría de mis novelas favoritas de cada año no aparecen ni en los rankings de Jara y Sedal. Pues ese es el mundo en el que vivimos. Así que tengo que tomarme la justicia por mi mano, como un cazarecompensas desesperado.

Lo he confeccionado con los amigos de ESTRAGOS, pride of Ripollet, que se lo curran infinito y me entienden hasta lo más profundo del tuétano.

La lista por escrito está aquí abajo. Pero si solo la leen se perderán mi jeto y mis argumentos, que pueden visionar en el video de arriba:

1. Oficio de Serguei Dovlàtov. Fulgencio Pimentel & L’estrangera de Serguei Dovlàtov. LaBreu Edicions.
2. Mi padre, el pornógrafo de Chris Offutt. Malas Tierras & Kentucky Seco de Chris Offutt. Sajalín Editores.
3. El libro de las aguas de Eduard Limónov. Fulgencio Pimentel.
4. Érase un río de Bonnie Jo Campbell. Dirty Works.
5. Nevada de Claire Vaye Watkins. Malas Tierras.
6. Iluminada de Mary Karr. Errata Naturae / Periférica.
7. Lejos de Kakania de Carlos Pardo. Periférica.
8. Corazón giratorio de Donal Ryan. Sajalín Editores.
9. Lagunas de Sarah Hepola. Pepitas de calabaza.
10. Enero y tú desnuda de Álvaro García Hernández. Alianza Editorial.
11. Towns de Bruce Jay Friedman. Libros Walden.
12. Malaherba de Manuel Jabois. Alfaguara.

Kiko Amat’s choice en la década del Destilador Cultural

La gente del Destilador Cultural, para quienes he hecho alguna vez mejores libros del año y todo eso, me han pedido que colabore en sus dos videos de resumen de lo mejor de la década.

Junto a actrices, críticos cinematográficos, directores de revistas musicales y directoras de cine que seleccionan sus obras de arte predilectas de los últimos diez años hallarán a un pájaro con MAD HAIR y manos mariposeantes que osa pronunciar las palabras «Aterriza como puedas» en un video público, y luego recomienda Deadpool acompañado de un clip donde le alojan una bala en la cavidad rectal a su superhéroe favorito.

También hablo de Dovlátov, Kozelek, Lucia Berlin, Dirty Works y Sajalín, Blunt Talk, Louie y The Knick, pero mi trozo favorito sigue siendo el de Deadpool. Estoy razonablemente orgulloso de haber dicho eso en público y sin seudónimo.

También pueden buscarme por cromatismo: los demás participantes están bañados por el espléndido sol de invierno barcelonés, hablando desde plazas y terrados, yo soy el que aparece difuminado por un crepuscular velo color sepia, como la foto de lápida de un familiar fallecido, y sentado en su p*** salón. Me vestí para el video de milagro.

Pueden ver los videos aquí: Parte 1 y Parte 2.

Kiko Amat entrevista a PETER BAGGE

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«Hubo un tiempo, cuando yo tenía veinte años, en que tres cosas explicaban mi posición en la sociedad: el hardcore punk, el filme ‘Clerks’ y el cómic ‘Odio’, de Peter Bagge. Las tres cosas compartían rencor: airado en el primer caso, estupefacto en el segundo, hilarante en el tercero. El odio adolescente es tan patético que resulta cómico, y poca gente lo ha explicado mejor que este autor de cómics neoyorquino. Buddy Bradley, su personaje más querido, es la imagen del resentimiento juvenil. Al leer ‘Odio’ o ‘Mundo Idiota’ uno se sentía acompañado en el ansia de desquite universal. Tu trabajo, familia, pareja, ciudad, país, y también década (los 90), seguían apestando, pero ya no sufrías solo. Los friquis alienados del planeta le debemos un templo a Bagge, pero mientras no empiezan las obras de construcción charlaremos con él un rato».

Así empieza mi entrevista con PETER BAGGE, autor de Odio y Mundo Idiota, dos de mis cómics books favoritos de todos los tiempos.

Pueden leer el resto odiando mucho este link. Y luego haciendo click sobre él, porque echándole miradas torvas no van a conseguir nada más que una bizquera (se lo digo por experiencia).