Torturas y machos

Son dos artículos distintos, aún no he perdido la razón del todo.

Uno es un Top 9 de Torturas de toda la vida. Bueno, en realidad casi todas son del XVII o anteriores. Lo escribí para VICE, y pasé un rato fenomenal releyendo mis libros sobre torturas (sí: soy la clase de hombre que tiene una sección de libros sobre torturas en sus estantes) y también tecleando ese pedazo de prosa cómica del mejor calibre. Ah: la bromita del video de Krahe no es cosa del autor, que quede claro. Yo deseaba ver a un fulano ardiendo. El grabado de un fulano ardiendo, no uno de verdad, en el patio interior (ya se entiende).

El artículo de marras está entre los más leídos esta semana, por lo que deduzco que lo de la tortura interesa a más gente, y que no estoy tan chiflado. Qué alivio.

El otro es un Verdadero/Falso de la masculinidad que también me hizo pasar un rato agradable, y que entregué a los chicos de Playground. El artículo no se me ocurrió después de leer El bar de las grandes esperanzas, de JR Moehringer (mi libro favorito de los últimos meses) pero casi. No se lo tomen demasiado en serio: es solo un artículo humorístico, no la conferencia de Potsdam.

Parricidio frustrado en París (una crónica para Playground)

La típica broma que solo le hace gracia a uno mismo: Próxima parada, estación de SIMPLÓN

La típica broma que solo le hace gracia a uno mismo: Próxima parada, estación de SIMPLÓN

Vean en esta extraordinaria crónica para Playground cómo Kiko Amat, su escritor itinerante predilecto, está a un tris de lanzar ambos hijos al Sena y encerrar a su esposa en alguna mazmorra parisién, pero al final se apacigua y se lo toma a guasa, y repara en que es el único mastuerzo con cara de Predator tras haberse endiñado un cate al dedo pequeño del pie contra la chaise longue, y entonces se anima y DIVIERTE, y la cosa incluso termina bien (contra todo pronóstico), como en una peliculita ligera de Frank Capra.

Incluye: Dodos, dinos, niños pelirrojos con apariencia de tajas irlandeses, mujeres enloquecidas por el amor maternofilial y la galofilia, jeune chats despanzurrados en formol, cedés aterradores de Jamiroquai, chopped glorificado, reflexiones insospechadas sobre la organización social de la Grecia clásica, lluvia, lluvia, algo más de lluvia, «vin noir» (whatever that is) y un rumano que me ofreció una puta CACATÚA.

Y en medio de todo ello, la unidad de medida de este mundo: Yo. Ese pobre imbécil.

Lean y disfruten y santígüense. ¡Podría sucederle a usted!

Kiko Amat vs. Greil Marcus

Estupor, chanza, desacuerdo y un sensacional pulso dialéctico entre Kiko Amat y el laureado overlord de la crítica rock mundial, Greil Marcus. El primero entrevista al segundo para Playground con ocasión de La historia del rock’n’roll en 10 canciones (Contra). Lean aquí a su escritor de cercanías favorito enfrascado en un torneo de ping pong dialectal y hallándose de repente en verdaderos apuros conversacionales. Incluye dos ataques de risa, uno de risa nerviosa y el otro común.

10 patetismos de los 43

Otra descacharrantota columna de Kiko Amat para Playground. En este caso, sobre Patetismos de un hombre en decadencia. Incluye brotes de kurorexia, panzadas de steps, masturbarse con oro puro, emocionarse con el «True» de Spandau Ballet y la comparación «más arrugado que un muñeco de Dumbledore fabricado a base de tejido escrotal».

Lean esta maravilla escrita por un genio de nuestro tiempo aquí, dudes.

Mi vida como operario no especializado

Una simpática columnilla para Playground que lista y detalla de manera deflagrante algunos de los empleos ominosos que este, su abatido autor, ha realizado antes de empuñar (onerosamente) la pluma.

No están todos, ni mucho menos (kioskero, cobaya para experimentos médicos -no es broma-, disquero…), así que se intuye una IIª parte en algún lugar del horizonte, bajo el arco iris.

Owen Jones entrevistado por Kiko Amat + Adoro a los pijos de Barcelona

Dos nuevas piezas del menda para los chicos de Playground:

– Una extensa y sustanciosa charla con Owen Jones, autor de Chavs, la demonización de la clase obrera (Capitán Swing, 2011). Se la recomiendo encarecidamente, porque (está feo que diga yo esto, pero) quedó rebién. Ya lo verán.

– La crónica cómica «Adoro a los pijos de Barcelona«, donde Kiko Amat viaja al barrio de La Bonanova, sin salacot pero con una Vespa hecha jirones y una cazadora nauseabunda. Se trata de la IIª parte (sui generis) de la celebrada columna «Adoro a los pijos de mi país«, donde el autor viajaba a los enclaves pijos del Alt Empordà catalán. Poniendo en peligro su integridad física, por descontado.