Un artículo sobre soft-rock con el que lo pasé bastante pipa (escribiéndolo). No es irónico, esto-es-tan-malo-que-es-bueno. Es de verdad. Siempre me han encantado Steely Dan. Bueno, siempre no. Lo explico todo allí.
Se publicó en El Periódico de este pasado domingo. Si se calzan unos náuticos y se arremangan las americanas podrán acceder a la pieza. Pulsen aquí a la vez que prorrumpen en el estribillo del «Peg», por favor.