Taxi, de CARLOS ZANÓN (mi mini-despiece)

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Taxi contiene abundancia de hoteles, rayas, semen y mozas. “La noche y sus túneles”. Cuando empecé a leerlo pensé que me habían dado por error un disco de Burning (solo que con referencias a Minotauro y Dantón). Zanón, tan comedido él, tan sobrio en sus obras previas, se nos desbocaba. Pero entonces vi que el río desbordado, el periplo noctámbulo del taxista mujeriego, era solo un medio -como antes había sido lo “negro”- para hablar de “bochorno, duchas gota a gota por falta de potencia, patatas fritas caseras (…), aparatos monovolumen Cosmos cuya tapa era altavoz (…), besos de chicas, hermanas, rasgos de miseria (…), madres enanas, motos robadas y jerséis heredados del primo menos pobre”. Nadie habla de “la parte baja de la clase media” como él. Cuando escribe sobre odio, culpa, padres, abuelas y hermanos, barrios feos y sueños púber, Zanón es intocable; implacable. Taxi es un Zanón sin cinturón de seguridad, callejero, soñando con bohemia pero engrilletado a Horta. Su autor se va de ruta destroy, pero aún huele a macarrones con boloñesa. El exceso le sienta muy bien.

(Esto es un despiece tapón que me pidieron para el artículo central sobre Taxi, de Carlos Zanón, en el Cultura/S de La Vanguardia. La guarnición, vamos (como un cucharón de coleslow). No cabía todo lo que pienso, pero es un resumen bastante aproximado).

Kiko Amat entrevista a JIM GOAD

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Fue una larga conversación. Turbadora también. Pueden leer la versión editada para Más Periódico justo aquí, donde se las arregla para soltar unas cuantas afirmaciones punibles por la ley, y otras tantas que simplemente son malintencionadas, y otras que dicen mucho más de su retorcida mente que del tema en cuestión.

Goad es un temible ejemplar de extremista listo (de derechas, por mucho que lo niegue), con mucho tiempo en sus manos y un ojo particularmente perverso para la estadística fría (a veces manoseada, a veces descontextualizada), la «libertad de expresión» y el «sentido común». Hablar con él durante una hora es como visitar un país árido y ventoso, con orografía interesante pero nada bonita. Una experiencia turística que tal vez coagulará en anécdota fascinante, pero que en el momento de vivirla no fue más que pulgas, humedad y comida pasada de fecha.

Jim Goad es, sin duda, un tipo peligroso. No es el primero que conozco, pero sí el primero con tanta retentiva factual y talento para la manipulación histórica.

Su libro, Manifiesto redneck (Dirty Works) tocaba varios puntos validísimos. Por desgracia, esos puntos son exactamente aquellos sobre los que Goad ha cambiado de idea. Para mal, como leerán en la pieza.

La canción del viernes #31 y #32: MADNESS Blue skinned beast y E.R.N.I.E

Una canción no muy famosa de Madness que me deja embelesao. Es una de las escasas canciones abiertamente políticas del grupo. Anti-Thatcher y anti-militarista. Me gusta esto que dicen: «Don’t look shocked when it comes your turn«. Yo le digo lo mismo al gobierno del estado Español. Rajoy, no pongas cara de pasmo cuando te toque caer.

Apareció en el The Rise & Fall, en 1982.

Mi canción favorita de Madness es «Bed & breakfast man». Es la que me emocionaba a los 16, y nada ha cambiado desde entonces (quiero decir que ha cambiado todo, pero no las canciones que me ponen la piel de gallina). Sin embargo no les incluyo esa, porque es muy conocida. Prefiero poner una secundaria que también me deja embelesao: «E.R.N.I.E».

Es del Absolutely, de 1980. De niño no sabía de qué rayos iba. Solo entendía una frase: a thousand winners every week. Ahora sí lo sé: va de lotería, y de la máquina ERNIE, la que sacaba las combinaciones de números. Hagan con este conocimiento completamente inútil (tengo muchos de esos) lo que les plazca.

 

 

Madness por fuera, sadness por dentro

Es el título de esta piececica que he escrito para El Periódico con ocasión de la visita de Suggs (Madness). Léanla. Ha quedado bien.

Miren en la entrada anterior para descubrir mi (periférico) papel en ella. La visita, no la pieza.

Por lo demás, planeo llevarle al bueno de Suggs varios discos para firmar y varias frentes de rorros que bendecir.

Suggs y Julien Temple (y yo por allí en medio)

Mañana estaré haciendo cosas:

Suggs: My life story (Julien Temple, 2017). Estreno mundial en In-Edit 2017: Doc Alive, el viernes 27 d’octubre en el Teatro del CCCB, con show en directo del artista.

Tener que arrancarme el pijama será una tragedia, pero lo soportaré con entereza para moderar la sesión de preguntas y el show que Suggs realizará después del pase. Julien temple, el director del filme, también estará allí.

También conduzco una charla privada con ambos caballeros en una tienda de Barcelona a media tarde. Para acceder a esa charla hay que entrar en un sorteo, o algo. Husmeen el link de arriba, por favor.

 

Defendiendo los medios libres

Ya pueden firmar el manifiesto de apoyo a los medios de comunicación catalanes que el gobierno del estado español tiene la intención de intervenir.

El TC, por si alguien aún cree que todo esto va de indepes contra no indepes, acaba de cargarse la ley catalana de desahucios. También es para «defendernos», aparentemente, de la constante manipulación de la Generalitat que pretendía proteger a las personas en riesgo de desahucio.

Carter: Jack vuelve a casa

https://i0.wp.com/www.sajalineditores.com/data/img/thumbs/portada_carter_dhk58p9.jpgNo sé si desean leer mi crítica para Babelia de El País del muy sombrío y borrascoso y sensacional Carter, de Ted Lewis (Sajalín).

Si es así, pueden lanzar su pinta de Guinness vacía contra este link. Eso les llevará mágicamente a las páginas del periódico. Bueno, a mi página. De las otras no respondo, que no sé dónde han estao ni cuáles son sus fuentes.

Si por el contrario, no desean leerla absténganse de clickar el enlace. Verán que no sucede absolutamente nada.

 

Cosmopaletos en acción

En su The Polysillabic Spree, Nick Hornby decía que tras leer el fenomenal ¿Para qué sirve el arte? de John Carey había hecho suyas TODAS las opiniones del autor. Veía el mundo con los ojos de Carey.

A mí me ha sucedido lo mismo con este artículo, «Cosmopaletos en acción», del periódico online madrileño Iniciativa Debate. Suscribo CADA palabra del autor. «Son nacionalistas españoles y no lo saben» (mis cursivas). Ya te digo. Léanlo y jaleen fuertemente.

Este modesto blog empieza a parecerse a una página de FB (sin los comentarios de la maleable turba). Les prometo que cuando los periódicos vuelvan a tener páginas de cultura y se desencallen mis tres entrevistas y dos artículos ya entregados, volveré a publicarlos aquí.

La cita del día #4 (Tobias Wolff)

«Había aprendido dos lecciones. Aprendí que un puñetazo en la garganta no siempre detiene al otro. y aprendí que es malo maldecir cuando estás en apuros, pero es bueno cantar, si puedes».

Vida de este chico, TOBIAS WOLFF

Nothing but a C thang

Mi artículo/entrevista predilecto sobre The Catalan Thang de todos los que han aparecido en las últimas semanas es esta de Público con Jordi Núñez, un politólogo valenciano.

Es MUY esclarecedora. De lectura obligada para aquellos de ustedes que viven más allá de Fraga y desean saber lo que, de veras, sucede aquí, pero se encuentran con que los medios centralistas y la prensa del PP solo les ofrece fascistadas riefenstahlianas, difamaciones repugnantes y trolas de preescolar.

Quizás también sea útil para todas las -quizás bienintencionadas, tal vez demagógicas, indudablemente tardonas– damas y caballeros de Hablemos/PSC, quienes tras décadas de sordera impenetrable y mutismo estilo Tommy (u oposición frontal a cualquier tipo de diálogo con los soberanistas), ahora, por arte de magia, se ven aquejados de una inexplicable locuacidad. Como dijeron El Último de la Fila: ¿Dónde estabas entonces, cuando tanto te necesité?

La cita del día #3 (Stand by me)

Gordie: Do you think I’m weird?

Chris: Definitely.

Gordie: No man, seriously. Am I weird?

Chris: Yeah, but so what? Everybody’s weird.

Stand by me (Rob Reiner, 1986)

La cita del día #2 (Natalia Ginzburg)

«No es pot esperar escriure una cosa seriosament així com si res, com si ho fes amb una sola mà, alegrement. Hom no se’n pot sortir amb tant poc. Quan algú escriu una cosa seriosament, s’immergeix a dins, s’hi enfonsa fins als ulls. I si té sentiments molt forts que li inquieten el cor, si és molt feliç o molt infeliç per una raó qualsevol, diguem que terrenal, que no té res a veure amb el que està escrivint; llavors, si el que escriu és vàlid i digne de vida, qualsevol altre sentiment se li adorm. No pot esperar mantenir intacta i fresca la seva estimada felicitat, o la seva estimada infelicitat, tot s’allunya i desapareix i es queda sol amb la seva pàgina; cap felicitat, ni cap infelicitat, poden subsistir en ell si no estan estretament lligades a aquella pàgina seva. No poseeix res més i no li pertany a ningú més; i si no se sent així, vol dir que la seva pàgina no val res».

«El meu ofici», NATALIA GINZBURG (de Les petites virtuts, Àtic dels llibres)

La cita del día #1 (Harry Crews)

«If you’re going to be anything or know anything or do anything, you’ve got to be abnormal. Whatever’s normal is a loss. Normal is for shit».

The hawk is dying, HARRY CREWS

OmnipreCHEnte

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La ubicuidad engendra invisibilidad. La fotografía icónica del Che Guevara que adorna camisetas, posters y glúteos alrededor del globo es como esa pequeña desviación del propio tabique nasal que ni siquiera detectas en el espejo. De tanto verla ha dejado de estar allí. Lo mismo sucede con otras imágenes desvalorizadas a fuerza de sobreexposición, como el escudo de los Ramones o el logotipo del CND (lo que ustedes, civiles, conocen como “signo de la paz”). Pero lo del Che es más fuerte. Después de todo, el hombre no era modisto de señoras o monitor de esplai: era un guerrillero cuya meta era “acabar con el gran enemigo de la humanidad: los Estados Unidos de América” y sugería hacerlo en “sus casas y centros de ocio”. Un poco como ISIS, vaya, aunque aún no he visto supermodels luciendo look pro-terror islámico. Mark Corrigan, protagonista de la serie cómica Peep Show, se queja en un capítulo de que su novia le está “arrastrando al siglo XXI, con sus logos sin sentido e irónica veneración de tiranos”. El Che no era un tirano, de acuerdo (no le dio tiempo), pero ¿no resulta raro llevar en el pecho a alguien que pidió que en su entierro le despidiese el “canto violento de las ametralladoras”? Su logo no es precisamente un Snoopy con senyera.

Y sin embargo esa imagen ha adornado, en forma de camiseta, los torsos de gente como Jay-Z, Santana o el Príncipe Harry (estableciendo el primer vínculo conocido entre la revolución cubana y la casa real británica), y ha sido tatuado en la piel de Diego Armando Maradona (si bien el estiramiento adiposo de su dermis le ha generado mofletes rubenescos al Che) o Mike Tyson (quien tal vez pensó que estaba tatuándose a otro). Y eso sin contar las veces en que al icono se le ha aplicado una modificación irónica con Photoshop -la idea más calcinada de la historia- a veces para insertar otra faz en lugar de la del revolucionario (Madonna, Hitler, J de Los Planetas), a veces para añadir un troleo del tipo “No tengo ni idea de quién es este tío” o “El comunismo mató a 100 millones de personas y todo lo que me trajeron fue esta estúpida camiseta”.

Aunque algunos, en absurda pugna por rozar la originalidad, hayan utilizado imágenes menos conocidas del Che (incluso la de su cadáver), la “oficial” es la llamada “Guerrillero heroico”, que el fotógrafo cubano Alberto Díaz “Korda” Gutiérrez tomó en un mitin del 4 de marzo de 1960 en La Habana. El Che compartía tarima con Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir, y llegó tarde, lo que quizás explique la leve torsión de cuello y la posición ladeada, típicas del familiar lejano a quien han colocado en una posición desventajosa -última fila, espachurrado entre primos- en la foto de boda. Pero es la expresión de su cara -mezcla de tío que descubre que ha confundido gramos por kilos en su receta de ayahuasca y otro que detecta un tufo sospechoso en un ascensor repleto- la que hizo famosa la foto. En aquel mitin, Fidel Castro soltó una trola colosal para justificar la explosión de un barco cargado de armas en el puerto de La Habana (culpa de “los americanos”, como siempre), así que el rictus de flemática atención de Guevara quizás buscase disfrazar el “¿pero qué coño dice?” que apareció en su mente.

La foto cobró azarosa vida propia desde allí. Durante siete años nadie se acordó de ella. Solo cuando el Che fue asesinado en Bolivia en 1967, Fidel decidió ampliarla, y a altura rascacielos, para un acto de remembranza. El editor-terrorista Giangiacomo Feltrinelli la tomó de Korda para la portada de los diarios bolivianos del Che. También mandó imprimir centenares de carteles de promoción. Fueron esos posters gratuitos los que los airados chavalines con trenca del 68 enarbolaron en las calles, catapultando la fotografía a la ubicuidad “rebel chic” del resto de siglo. El obvio significado inicial se iría desvaneciendo, como el sabor en una bolsa de té reutilizada varias veces, hasta la abstracción bigotuda y boinesca que usted y yo reconocemos (y odiamos un poco) en el metro, los bares y las protestas. Kiko Amat

(Una pequeña pieza publicada el domingo 8 de octubre en El Periódico con ocasión de los 50 años de la muerte del Che)

La canción del viernes #30: DEVINE & STATTON «Turn the aerials away from England»

O from Prado del Rey. Una canción favorita que viene muy a cuento estos días. Después de una semana escuchando lo de «adoctrinamiento de niños», «escudos humanos», grotesca cháchara sobre «radicales» y «fascistas» y, hablando claro, repugnantes mentiras y anticatalanismo salvaje y propaganda ultra, he decidido desintonizar los principales canales de televisión estatales de mi aparato.

Ahora pueden seguir diciendo lo que dicen, pero al menos no en mi casa.

‘Cause we’re living in a country second to no-o-o-one.

Annus mirabilis (Philip Larkin)

Leo muy poca poesía. Adrian Henri, Roger McGough, Brian Patten (los Liverpool poets). Richard Brautigan y Billy Childish. Y también Philip Larkin.

Les copio este poema de Larkin solo porque está lleno de afirmación de la vida y asombro hacia las cosas guays, y lo necesitamos en este momento de desánimo general, amigos zurrados, ofensiva derechista y polarización generalizada.

Annus Mirabilis

Sexual intercourse began

In nineteen sixty-three

(which was rather late for me) –

Between the end of the «Chatterley» ban

And the Beatles’ first LP.

 

Up to then there’d only been

A sort of bargaining,

A wrangle for the ring,

A shame that started at sixteen

And spread to everything.

 

Then all at once the quarrel sank:

Everyone felt the same,

And every life became

A brilliant breaking of the bank,

A quite unlosable game.

 

So life was never better than

In nineteen sixty-three

(Though just too late for me) –

Between the end of the «Chatterley» ban

And the Beatles’ first LP.

 

Catalan, not shrubbery

He escrito este artículo en inglés sobre el tema catalán para el periódico online escocés Bella Caledonia.

Es cómico, es pausado, es indignado (con la brutalidad policial, entre otras cosas, y las estrategias de sitio del Estado Español) y a la vez busca, como diría alguien que conozco, que todos «nos calmemos mucho». O ens fotrem mal.

Muchos pensamos esto: no a la declaración unilateral de independencia, vale, pero primero de todo fin inmediato de la violencia antidemocrática estatal. Libertad de los detenidos y represaliados y fin de la actitud colonial del gobierno del Estado Español.  Fin de la política del miedo y la intimidación en Catalunya. Referendum pactado y en condiciones normales, votando todo el mundo y con un mínimo pactado de participación. Más conversaciones y menos Guardia Civil, y menos mentiras mediáticas. Más diálogo y menos Robocops. Más mediación y menos intimidación (y menos catalanofobia, que el anticatalanismo facha está saliendo del armario como una olaaaaa…). Que cada parte ponga algo (pero especialmente que ponga algo la parte represiva, que es la que está atrincherada en el búnker). Y que alguien pida perdón por los 800; sería un detalle.

Keep an open mind or else.