La Canción del Viernes #68: GORILLA BISCUITS «Competition»

El disco perfecto de hardcore. Y «Competition» es uno de los grandes hits del elepé. Después de casi toda una vida escuchándola me sigue emocionando (hablo de carne de gallina literal) el acojonante parón del minuto uno. En esta versión live del 91 solo falta el silbidín morriconiano, pero no se preocupen que ya lo hago yo en casa.

La Canción del Viernes #67: CRO-MAGS «We gotta know»

Indiscutible hitarrón del primer álbum de Cro-Mags (un disco que me chifla, aunque no tanto como el Start today de Gorilla Biscuits, #1 absoluto del género). Los perlas que pululan por el video tampoco tienen pérdida: mullets, birra y patinetes. Mi tipo de peña. I Love NY Hardcore. Creo que me voy a leer la biografía de John Joseph, The evolution of a Cro-Magnon, que tengo por aquí desde hace la tira y nunca me decido a empezar.

Cosas Que Leo #93: GORDO DE FERIA, Esther García Llovet

“Ahora no le da reparo nada. Ahora Julio ya no cabe por las puertas. Después de caerse del guindo de cabeza, después de ver la cara de Dios y la espalda de Dios, después de darse cuenta de que la gente a la que no le gusta la gente le gusta a todo el mundo y la gente a la que le gusta la gente no le gusta a nadie, después de esa revelación fulminante que tuvo allí sentado en el pasillo, viendo cómo su sangre se extendía por el suelo como una alfombra roja, no le da reparo nada, no dice que no a nada y dice que no a todo. El chino y Cheddar se entienden inmediatamente, allí apoyados en la barandilla de metacrilato del recibidor de la casa de Martínez Campos, mirando el insondable futuro a sus pies, un futuro que les devuelve el eco de carcajadas chinas empachadas de siglos de gloria. Son iguales. Son forasteros. Son dos enigmas. Empiezan a rodar la serie que ha escrito su hija. La serie es de humor y es de terror, y, efectivamente, se convierte en un éxito de inmediato. Va por la temporada número doce.”

Gordo de feria

ESTHER GARCÍA LLOVET

Anagrama, 2021

152 págs.

**** Leí Gordo de feria en el momento exacto en que salió. De hecho un poco antes, porque me hice con el PDF antes de su publicación oficial. No había tenido ocasión de colgarlo aquí hasta hoy. Me ENCANTA todo lo que hace Esther García Llovet. Es la narradora más original y guay y breve de España en estos momentos. Yo soy su fan #1. Puedo decir ya que será uno de mis 10 libros favoritos del año, y estamos en febrero.

Cosas Que Leo #92: TRUE GRIT, Charles Portis

“I had hated these ponies for the part they played in my father’s death but now I realized the notion was fanciful, that it was wrong to charge blame for these pretty beasts who knew neither good nor evil but only innocence. I say that of these ponies. I have known some horses and a good many more pigs who I believed harbored evil intent in their hearts. I will go further and say all cats are wicked, though often useful. Who has not seen Satan in their sly faces? Some preachers say, well, that is superstitious “claptrap”. My answer is this: Preacher, go to your Bible and read Luke 8. 26-33.”

True Grit

CHARLES PORTIS

Overlook Press, 2013 (publicado originalmente en 1968). Prólogo de Donna Tartt.

267 págs.

Cosas Que Leo #91: HISTORIA DE DOS CIUDADES, Charles Dickens

“- Salen del corazón, Jerry, y es el único mérito que tienen.

– Pues en tal caso no tienen mucho. Pero ¿qué más da? No quiero que reces por mí. ¿Oyes? No quiero. No necesito que me acarrees desgracias con tus sempiternas genuflexiones. Si aun así quieres besar el suelo y rezar, hazlo al menos en favor y no en perjuicio de tu marido y de tus hijos. ¡Que otro gallo me cantaría si no tuviera una mujer tan desnaturalizada! ¿Por qué me vi en tan terrible apuro la semana pasada? ¿Por qué el dinero que había de ganar se convirtió en amargura y persecuciones? Por tu culpa… solo por tu culpa. ¡Voto al diablo! -prosiguió Cruncher poniéndose los calzones-. Oraciones en casa y fuera de casa otras cosas peores, y mientras tanto soy más desgraciado que el hombre más miserable de Londres. Vístete, hijo mío, y mientras limpio las botas, vigila a tu madre para que no se ponga de rodillas, porque, te lo repito -dijo, volviéndose hacia su mujer-, no toleraré que conspires contra mí. Estoy más cansado que un caballo de alquiler y más atontado que una botella de láudano y, de no ser por los dolores que me hacen ver las estrellas cuando cambia el tiempo, no sabría si mis piernas me pertenecen o son de otro, y si no soy más rico… es porque rezas de día y de noche para impedir mi fortuna.”

Historia de dos ciudades

CHARLES DICKENS

Alba Minus, 2019 (publicado originalmente por entregas semanales en la revista de Dickens All the Year Round entre abril y noviembre de 1859)

483 págs.

Traducción A. de la Pedraza

**** Infatigable con el proyecto Dickens.

Cosas Que Leo #90: CARNE DE CAÑÓN, Aroha Travé

Carne de cañón

AROHA TRAVÉ

La Cúpula, 2019

222 págs.

Cosas Que Leo #89: EL ADOLESCENTE SAVENKO, Eduard Limónov

“Esto es una dictadura: la dictadura de los adultos”, concluye Eddie mientras camina a oscuras por las calles del Saltovsky. Eddie era capaz de orientarse en la más absoluta oscuridad por el Saltovsky. Conocía a la perfección cada esquina, cada piedra, cada árbol. “Sí, la dictadura de los adultos, peor incluso que la dictadura del proletariado”.

Eddie pensaba que los adultos hacían muchas gilipolleces. Como trabajar, por ejemplo. Lo hacían solo para ocultar sus grandes vacíos existenciales, no porque les gustase. Lo veía muy claro, por ejemplo, en su vecino de la Avenida del Paralelo 22, el tío Sasha Chepyga: lo que más le gustaba era estar enfermo, porque así no tenía que ir a trabajar. Se ponía muy contento cuando le dolía algo y podía quedarse todo el día en casa: dedicaba el día a jugar al fútbol con su hijo Vitka y con Tólik el Jorobado. Se sentía tan pleno que hasta se permitía el lujo de no beber vodka para poder seguir dándole al balón en el parque.”

El adolescente Savenko, o Autorretrato de un bandido adolescente

EDUARD LIMÓNOV

Ediciones del Oriente y del Mediterráneo, 2020 (publicado originalmente en 1987)

330 págs.

Traducción de Pedro J. Ruiz Zamora

Cosas Que Leo #88: THE BEDWETTER, Sarah Silverman

“Okay, I just read this over and I have to be honest -I’m maybe coming off a touch insecure. A hair overcompensate-y. Maybe it’s because I don’t want to accept the hard truth about my precious book, which is that you are most likely going to be reading this, my freshman literary effort, while making a bowel movement. There’s one birthing its way out of you at this very moment, isn’t there? It’s okay. In fact, I’m happy for you, and I’m honored that you’ve chosen to bring me into this very private and vulnerable part of your life. For all you know, I’m making one as I write this, except that I can tell you with all certainty that I don’t do that. Ever. My asshole is as clean as a whistle (Whistles are traditionally filled with gym-teacher saliva and women-who-fear-they-might-get-raped spit. So, yeah, that’s the level of clean. You can see this is not a bragging thing…)”

The bedwetter; stories of courage, redemption, and pee

SARAH SILVERMAN

Faber & Faber 2010

240 págs.

Cosas Que Leo #87: EL REY LEAR, William Shakespeare

“OSWALD ¿Por qué me tratas así? No te conozco.

KENT Amigo, yo a ti sí.

OSWALD ¿Por quién me tomas tú?

KENT Por un canalla, un truhán, un muerto de hambre, un bellaco vil y orgulloso, banal, pordiosero, desharrapado, por un caballero de ocho al cuarto, de sucias calzas de lana, por un engorroso bribón, hideputa, sin agallas, chivato, fatuo, petimetre, lameculos, villano zarrapastroso, uno que vendería hasta las hembras con tal de hacer méritos, y no es sino una mezcla de canalla, pordiosero, cobarde, alcahuete e hijo y heredero de una perra callejera, a quién golpearé hasta que rabie, si niegas la más mínima sílaba de tus atributos.”

El rey Lear

WILLIAM SHAKESPEARE

Alianza Editorial 2018 (publicado originalmente en 1608 en el Quarto I bajo el título completo de M. William Shak-speare: His True Chronicle Historie of the life and death of King Lear and his three Daughters. With the vnfortunate life of Edgar, sonne and heire to the Earle of Gloster, and his sullen and assumed humor of Tom of Bedlam)

230 págs.

Traducción de Instituto Shakespeare, bajo la dirección de M.A. Conejero

**** Sigo con el proyecto Shakespeare. Me flipó El rey Lear. La cresta que luce mi copia son post-its enloquecidos.

Kiko Amat firma ejemplares de Revancha via Zoom, 25 de febrero

Ahí está. Pues lo que dice el autoexplicativo tweet de Anagrama. Que durante toda una bella tarde (25 de febrero, jueves, de 17:30 a 20:30h) estaré recibiendo a lectores, uno a uno, vía Zoom, y charlandico un rato y firmándoles un ejemplar de Revancha a cada uno.

Para apuntarse, en el link ese que también sale en el tweet.

Los primeros 30 recibirán además (de quererla) una alucinante camiseta oficial (la de la imagen de más abajo) que jamás estará en venta en ninguna maldita parte. A no ser que suceda lo de Stranger Things y nos la pirateen en los mercadillos. Y encima podrán escoger talla, no sufran que no irán por el mundo con camiseta ombliguera a lo Whaam. O camiseta rodillera a lo Eminem.

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Cosas Que Leo #86: BEBER O NO BEBER, Lawrence Osborne

“La relación entre un bebedor y un abstemio es peligrosa. La persona abstemia se siente incomprendida y se resiente de la fácil elasticidad del bebedor y su tendencia a exagerar, perdonar y disfrutar del presente. La persona bebedora se resiente de la rigidez de la abstemia, de su formalidad y su limitada capacidad para abandonar su implacable lucidez mental. Una lucidez que pese a sus bondades es, en última instancia, irritantemente prosaica. Uno se aburre del otro.

El bebedor sabe que la vida no es mental ni una cuestión de controlar y demarcar. El abstemio, por su parte, sabe muy bien que basta la capacidad de una sola molécula de alcohol para cambiar el cuerpo y la mente. El musulmán, el puritano protestante y el abstemio son similares; pese a sus grandes diferencias entienden el mundo de una forma parecida, mientras que los bebedores también entienden el mundo de un modo que los une inconscientemente. Saben que los parámetros que nos contienen no son completamente humanos, ni tampoco divinos. Incluso podría decirse que la dopamina nos une fugazmente con las moscas de la fruta borrachas y los perros felices. Nos sacan de la aburrida tristeza bidimensional del ser humano.”

Beber o no beber; una odisea etílica

LAWRENCE OSBORNE

Gatopardo Ediciones

227 págs.

Traducción de Magdalena Palmer.

«Escòria» en BCNegra 2021: Marc Recha, Laura Fernández y Kiko Amat hablan de Revancha

Esta es la charla «Escoria» alrededor de Revancha de Kiko Amat y la literatura extrarradial, en la que participaron el cineasta Marc Recha, la escritora y periodista Laura Fernández y el autor de la novela en cuestión. Tuvo lugar en el festival BCnegra 2021, se retransmitió en directo, y pueden revisitarla ahora en el canal Youtube de Barcelona Ciutat de la Literatura.

Por favor noten la majestuosa camiseta de JACKASS que luce el autor de Revancha. Un nota que parece incapaz de hablar en publico sin confesarle a todo el mundo que no terminó el bachillerato.

Lo cierto es que es una charla chula. Dura 45 minutos pero es bien vibrante; se la recomiendo, fans y apóstoles.

Y luego nos pillamos un pedal, cosa siempre de agradecer, durante el cual Marc y yo nos juramos amistad y fidelidad chusmera eterna (Laura y yo ya nos la habíamos jurado en alguna anterior ocasión).

Cosas Que Leo #85: NORTHLINE, Willy Vlautin

“When she sat up she petted the dog and said, ‘Is it cold out there? You cold?’

‘It’s not so bad once you get out. But there’s no need for you to get up. You stay in bed as long as you want.’

‘I will then’, she said and smiled. ‘It sure is beautiful out there’.

‘When I got out of the hospital, when I was good enough to walk around, my uncle and I came out here. He’s got a small camping trailer. It was fall and colder than shit but we stayed out here week. During the day we’d just drive around. We’d explore, get firewood, go drinking at the bars in Gerlach. We’d drive up to Cedarville and Eagleville. We’d sit in the hot springs. Then in the evening just before dark we’d cook dinner, then we’d get in the trailer and try not to freeze to death. I was pretty damn down. I moped around an awful lot, and my uncle he didn’t know what the hell to do with me. But by the end of the trip I was a hell of a lot better than I was when I first got in his truck on the way out here. Everything makes better sense when you’re in the middle of nowhere.”

Northline

WILLY VLAUTIN

Faber & Faber, 2008

192 págs.

Cosas Que Leo #84: PIGMALIÓN, George Bernard Shaw

“DOOLITTLE. Las conferencias no me importan. Daré conferencias hasta que caigan rendidos, eso me da igual, lo hago sin despeinarme. Es el tener que convertirme en un caballero a lo que me niego. ¿Quién le pidió a este que me convirtiera en un caballero? Yo era feliz. Yo era libre. Le sacaba pasta cada noche a todo el mundo, cada vez que lo necesitaba, del mismo modo que se lo saqué a usted, Enry Iggins. Y ahora estoy lleno de preocupaciones: atado de pies y manos, con corbata y con zapatos, y todo el mundo pidiéndome dinero. Es algo bueno para ti, me dice mi abogado. ¿Lo es?, le digo yo. Querrá decir: es una cosa buena para mí, eso le digo yo. Cuando yo era un pobre hombre y tuve un abogado una vez, cuando encontraron un cochecito de bebé en mi carro de la basura, me sacó del apuro, y se deshizo y se olvidó de mí todo lo rápido que pudo. Igual que con los médicos: antes me echaban del hospital aunque apenas pudiera permanecer de pie, y no pagando nada. Y ahora no dejan de descubrir que estoy enfermo y que no viviré a menos que me examinen dos veces al día. En la casa no me dejan hacer nada por mí mismo: siempre hay algún otro que tiene que hacerlo por mí y encima me pide dinero por ello. Hace un año no tenía más familiares en el mundo salvo dos o tres con los que no me hablaba. Ahora tengo cincuenta, y entre todos ellos no suman ni un salario semanal decente. Tengo que vivir para otros y no para mí: en eso consiste la moral de la clase media.”

Pigmalión

GEORGE BERNARD SHAW

Cátedra 2016 (publicado originalmente como My fair lady en 1913)

210 págs.

Traducción de Miguel Cisneros Perales

Cosas Que Leo #83: TOT EL TEATRE I Joe Orton

“TRUSCOTT Durant deu anys, la mort ha estat associada amb el seu nom de manera persistent.

FAY El mateix podria dir d’un enterramorts, encara que fos de carrera professional discreta.

TRUSCOTT Els enterramorts no poden fer altra cosa que barrejar-se amb els difunts. És el seu deure. Vostè no té aquesta excusa. Set marits en menys d’una dècada. Hi ha alguna cosa que, seriosament, no acaba de funcionar en la seva manera d’enfocar el matrimoni. El que em fa por de debò és que faci cas omís de les seves experiències passades i consideri comprometre’s una vuitena vegada.

FAY ¿Com ho ha sabut?

TRUSCOTT Porta el vestit d’una altra dona tal com si li haguessin fet a mida.

FAY (amb els ulls oberts per la sorpresa) Em té meravellada. Aquest vestit era de la senyora McLeavy.

TRUSCOTT Ha sigut una deducció elemental. Aquest tipus de cremallera només la porten les dones d’edat avançada.

FAY Hauria de treballar de detectiu.

TRUSCOTT Sovint es pensen que ho soc. És una situació molt incòmoda. Cada dos per tres hi ha gent que insulta la meva dona pensant-se que està casada amb un policia. I ella no para de renyar-me pels mals tràngols que passa. (Riu.) ja deu saber quin pa s’hi dona, a la vida conjugal. Segur que sí. (Mastega la pipa una estona.) ¿Quan té la intenció de demanar-li la mà al senyor McLeavy?

FAY Al més aviat millor. Qualsevol retard pot ser fatal.”

(de Loot / Botí)

Tot el teatre I / Complete plays I

JOE ORTON

Prometeu Edicions

604 pàgs.

Traducció de Marc Rosich (edició bilingüe, anglès-català).

(Incluye The ruffian on the stair, Entertaining Mr. Sloane y Loot)

****** Fan de Orton de toda la vida. Aproveché la primera edición completa de sus obras (parte 1) en catalán para releerle. Loot sigue siendo su cúspide. Viva Orton. Viva los autores chusmeros («I come from the gutter and don’t you forget it«).

Cosas Que Leo #82: BUTCHER’S CROSSING, John Williams

“But as the pain from his body increased, his mind seemed to detach itself from the pain, to rise above it, so that he could see himself and Miller more clearly than he had before. During the last hour of the stand he came to see Miller as a mechanism, an automaton, moved by the moving herd; and he came to see Miller’s destruction of the buffalo, not as a lust for blood or a lust for the hides or a lust for what the hides would bring, or even the blind lust of fury that toiled darkly within him -he came to see that destruction as a cold, mindless response to the life in which Miller had immersed himself. And he looked upon himself crawling dumbly after Miller upon the flat bed of the valley, picking up the empty cartridges that he spent, tugging the water keg, husbanding the rifle, cleaning it, offering it to Miller when he needed it -he looked upon himself, and did not know who he was, or where he went.

Miller’s rifle cracked; a young cow, hardly more than a calf, stumbled, got to its feet, and ran erratically out of the circling herd.

‘Damn it,’ Miller said without emotion. ‘A leg shot. That will do it’.”

Butcher’s Crossing

JOHN WILLIAMS

Vintage Classics 2014 (publicado originalmente en 1971)

326 págs.

Cosas Que Leo #81: EL LIBRO DE SARAH, Scott McClanahan

“En la primera cita que tuve con Sarah Johnson pasó lo siguiente. Yo tenía diecinueve años y ella veinticuatro y me di cuenta de que nunca había tenido una cita. Nunca. Vino a mi habitación y yo llevaba una camiseta con las mangas cortadas y tenía la dentadura jodida porque me había partido un incisivo por la mitad. Aquella misma semana me había afeitado la cabeza en el lavamanos.

Le ofrecí una Old Milwaukee. Todavía no estaba listo. Me miró y me dijo:

– Vaya, la cita ideal.

Luego miró la habitación sucia. Libros por todas partes, latas vacías, papeles desperdigados por todos los lados. Me preguntó por qué no limpiaba mi habitación. Le dije que a veces me deprimo y nos pusimos a hablar y a hacer chistes sobre el uso de los tampones como decoración del árbol de Navidad. Sarah se rio y yo me reí. En aquel mismo momento supe que me gustaba hacerla reír más que nada en el mundo”.

El libro de Sarah

SCOTT McCLANAHAN

Reservoir Books, 2020

238 págs.

Traducción de Javier Calvo

**** Leí este libro a principios del 2020. Me pareció de notable (lo cual es mucho decir en los tiempos que corren). Entrevisté a McClanahan y fue una charla estupenda y hallé en él a un soul brother en la otra punta del charco. Prometí que incluiría su novela en Cosas Que Leo pero luego olvidé mi promesa. Hoy la he recordado, y la he cumplido.

La Canción del Viernes #66: SAÏM «Autumne»

Saïm no solo son mi otro grupo favorito local/regional/nacional, sino que encima tienen el privilegio de ser la primera banda (tras Martin Newell) que repite en esta sección (un hecho solo al alcance de los muy majestuosos).

«Autumne» es de su novísimo disco, Fràgil (BCore 2021). Me FLIPA.

La Canción del Viernes #65: COSMIC PSYCHOS «Fuckwit city»

De la serie «Peña que podría ser de mi pueblo», parte 1. Los Cosmic Psychos haciendo una aproximación fiel (desde Australia) a mi vida en Sant Boi hacia 1991-2. Les amo muy fuerte. Demolish Serious Culture.

Rompepistas irrompible (4a edición con nuevo postfacio)

Rompepistas

Rompepistas sale a la calle de nuevo, en Compactos, precio imbatible. Es la cuarta edición en total (si están sumando -y yo lo estoy-: 2 en Contraseñas, 2 en Compactos). Sigue algarabía general. La novela viene con un nuevo postfacio de Kiko Amat donde se explica el cómo, el cuándo, el dónde y el porqué, y empieza de este prometedor jaez:

«1. Este fue mi tercer libro.Lo escribí hace trece años. No es el mejor de mis libros, pero sí el que siempre quise escribir. Me doy cuenta ahora de que la voluntad de hablar en primera persona no disimulada de mi experiencia -haber formado parte de una tribu de clase obrera en el extrarradio barcelonés de los ochenta- se había ido haciendo cada vez más patente en mis escritos de la década que precede a Rompepistas. Cuando en 1995 aceptaron dejarme escribir (gratis) en las primeras revistas de tendencias que aparecían en Barcelona, utilicé aquella ventana -mi primera incursión en el mainstream no-fanzinero- para airear cada aventura y trauma de mi periodo pandillero. Parecía un veterano de guerra con TEPT: me hallaba entrevistando a algún grupo de indiepop aragonés, por decir algo, cuando, de repente, ta-ta-ta-ta, flashback de 1987,aullidos y trazadoras, aparecía en mitad del párrafo una batallita (convenientemente falsificada) de mi adolescencia subcultural[1]. Raramente venía a cuento.

En las novelas dicha compulsión no solo no desapareció, sino que fue en aumento; si bien afinada y transformada en literatura. En un párrafo de El día que me vaya no se lo diré a nadie, mi debut de interminable título, se insinuaba un pretérito arcano donde el protagonista, Julián, engulló anfetaminas con su panda en terrados de pueblo, pegándose empujones y puñetazos en los bíceps mientras sonaban cintas de northern soul en radiocasetes “quebrados”[2], o algo así. El párrafo no ahondaba en el tema, y el tema no se retomaba. Era como una carpa que hubiese asomado la boca a la superficie del lago y se hubiese vuelto a sumergir para no reaparecer jamás.

Lo que sucede al escribir de forma continuada es que ciertas verdades afloran de un modo inconsciente en el texto, señalándole al escritor cuál es la historia que debería estar contando. En ese sentido, el párrafo de las Anfetas en Terrados era algo parecido, supongo, a un post-it para mí mismo (“utilizar este material en el futuro”). Incluso, tal vez, una frase encriptada: un mensaje en clave, escrito en jugo de limón, que susurraba, para los lectores que quisieran o supiesen oír, que la novela iba de lo que afirmaba la sinopsis, pero en algún lugar de las profundidades del autor palpitaba aquello otro. Lo que tú, veterano lector tribal, tras haber acercado el mensaje a la llama de una vela, acababas de descubrir. Guiño guiño, y todo eso.

En cuanto a Cosas que hacen BUM, mi segunda novela, siempre tuve en particular estima el capítulo inicial y la coda final: la infancia y el regreso a Sant Boi de Pànic Orfila. Incluso el escritor inexperto que yo era entonces percibió la energía indócil que ambos despedían, una fuerza que surgía de un lugar, un tiempo y una experiencia concretas. En aquellas palabras vibraba una historia no contada que, como un géiser, amenazaba con reventar la corteza de mis otras tramas y reclamar su lugar en la superficie. En las últimas páginas de la obra Pànic andaba por Sant Boi, calle Jaume I abajo, bajo el implacable sol de mediodía, borracho y drogado, alienado y traicionado, luciendo unas Vuarnet robadas; una mano le goteaba sangre tras haberle arreado un puñetazo al mostrador del colmado de la esquina del instituto… Señales, pasos, equis en mapas. En esas tres líneas, condensado, estaba EL TEMA, y merecía ser contado, pues nadie lo había contado aún y me pertenecía y era, en pocas palabras, mi obligación. La faena encomendada… La tarea, como diría Dovlátov. Finalmente, cuando estuve listo, me puse a realizarla»


[1] El teclista de un grupo indiepop de clase pudiente madrileño me dijo, sobre esa época, que mis detractores me llamaban “cuentacuentos”. Yo lo tomé como un insulto (estaba concebido y verbalizado como tal), pero ahora veo que era verdad. Yo estaba contando cuentos; era mi única ambición.

[2] ¿Por qué leches no puse simplemente “rotos”? (no contesten).

(pueden leer el postfacio entero comprando la novela, troncos).